Todo es vanidad
Charles Allan Gilbert
Estados Unidos, 1892
Título original: All is Vanity
Técnica: Tinta (23.5 x 17 cm.)
Ilustración vendida a la revista LIFE en 1902.
Esta ilusión óptica tuvo un enorme éxito en la época. Todavía lo tiene.
Escrito por: Miguel Calvo Santos
Estamos ante una alegoría de la muerte. «Vanidad de vanidades, todo es vanidad», dice Salomón en el Eclesiastés 1:2, el libro más existencialista de la Biblia, donde el hijo de David reflexiona sobre la fugacidad de la vida y la futilidad de las cosas perecederas.
Gilbert titula así a esta popular ilustración que fue comprada por la revista LIFE y que hoy es una de las ilusiones ópticas más reproducidas de la historia. El artista la creó cuando tenía 18 años.
En ella vemos a una sofisticada mujer de finales de la era victoriana que se mira en un espejo sentada ante su tocador. Está rodeada de productos de belleza y demás potingues. Pero en conjunto, y mirada desde cierta distancia, la imagen parece adoptar la forma de un cráneo humano.
Es la clásica representación de una vanitas, con todos los atributos: un cráneo, un espejo, productos de belleza o lujos perecederos… Al final eso es lo que somos todos los seres humanos por igual, sin distinción de sexo, raza o clase social: un sonriente cráneo.
Aunque Gilbert sitúa una solitaria vela a la derecha, representando a la vida, que se va consumiendo fugaz. El artista quiere recordarnos que intentemos aprovechar el momento.
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