La fuente de Neptuno o de la Princesa, actualmente en el Parque Grande, fue la primera fuente de agua potable que se instaló en la ciudad de Zaragoza
Abasteció de agua a los zaragozanos en la actual plaza de España, entonces plaza San Francisco desde 1845 hasta 1902.
La fuente se terminó de instalar el 14 de octubre de 1833, en conmemoración del juramento como princesa heredera de la futura Isabel II, llegando las aguas por primera vez el 24 de julio de 1845. Se ubicó en la Plaza de San Francisco, después llamada de la Constitución y hoy de España, en el mismo sitio donde estuvo la Cruz del Coso. Tomaba el agua del Canal Imperial y disponía de una alcantarilla de conducción que partía de la Casa de Baños, situada en el Salón de Santa Engracia y otra de desagüe que vertía las aguas sobrantes al río Huerva.
Debido a las necesidades de ampliar la plaza para dar más holgura al tráfico rodado y a la construcción del Monumento a los Mártires (inaugurado en 1904) la fuente fue desmontada en 1902. Inicialmente, su nuevo destino iba a ser Balsas de Ebro Viejo pero nunca llegó a trasladarse allí y permaneció en los talleres de cantería hasta 1935. En ese momento, se volvió a montar en la Arboleda de Macanaz hasta que finalmente en 1946 se instaló en su actual ubicación del Parque Grande José Antonio Labordeta, entonces Parque Primo de Rivera.
La Fuente es obra de Tomás Llovet, escultor alcañizano, profesor de la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza. La piedra utilizada procedía de Épila. y emuló la escultura de Pascual de Mena situada en el Paseo del Prado de Madrid. El conjunto está presidido por la figura del Neptuno con tridente sobre un decorativo basamento que tiene cuatro delfines en su base de los que brota el agua. Además dispone de doce caños distribuidos en su contorno. Entre los delfines aún se pueden leer las cuatro inscripciones alusivas a Isabel II.