IMÁGENES DE LA CAPITAL DEL CIERZO / 1
Plaza de la Magdalena, Zaragoza, 1905
MARÍA PILAR GONZALO VIDAO
Plaza de la Magdalena. Archivo Moncho García, hacia 1905.
Fascinante fotografía en la que podemos disfrutar de parte de la fachada del desaparecido palacete renacentista, conocido como Casa Tejada. Dicha fachada era utilizada por los comerciantes de la calle Universidad para publicitar sus establecimientos, tales como el taller de construcción de carruajes de Francisco Huerta y Luis Palomo, en el número 1; el despacho de carbones vegetales de Miguel López, sito en el nº 1 accesorio o la tienda de vinos y licores de Segundo Yberni (sic), este situado en la calle Carrillo nº 7. A principios del siglo XX fue adquirida por don Juan Guitart, en él nació don Cristóbal Guitart Aparicio, historiador y autor de un importante archivo fotográfico, fallecido en 2015.
A la derecha de la imagen, la desaparecida Universidad Literaria Pedro Cerbuna, todavía sin la reforma efectuada por Ricardo Magdalena, que modificaba, entre otras cosas, la distribución de las fachadas del edificio, trasladando la entrada principal desde el Coso a la plaza de la Magdalena, con la sustitución de algunos de los ventanales por puertas de acceso y la construcción de un cerramiento con bellas rejerías. Inaugurada en 1912, el arquitecto no pudo ver su obra acabada, ya que falleció en 1910.
La fotografía no es solo hermosa por su calidad técnica y su vistosidad, encierra todo un acontecimiento social, nada más y nada menos que posar para la eternidad. En una época en la que la fotografía todavía era algo extraordinario para el pueblo llano, la chavalería se presta a aparecer en esta maravillosa fotografía con sus poses más divertidas y desenfadadas. ¡Quién sabe la cantidad de penurias, esfuerzo y trabajo que llevaban a sus espaldas en su corta vida! A los más mayores se les ve apoyados en la pared de la vieja universidad, en uno de los muchos braseros para pobres que poseía la ciudad, y es que el rey sol siempre ha servido tanto en invierno como en verano. La cotidianeidad hecha arte. Preciosa y precisa