jueves, 30 de noviembre de 2023

Monedas de 10, 20 y 50 cent Francia 2024

En 2024 Francia cambia el diseño de sus monedas de 10, 20 y 50 céntimos

Después de que en 2022 Francia cambiara el diseño de sus monedas de 1 y 2 euros, en 2024 seguirá la renovación paulatina de su serie de monedas en circulación. En esta ocasión serán las monedas de 10, 20 y 50 céntimos las que cambiaran por completo, pasando de un mismo diseño para los tres valores, la Sembradora, a tres dedicados a tres importantes personajes femeninos: Simone Veil, Joséphine Baker y Marie Curie.

Desde la primera emisión de monedas euro de Francia, los valores de 10, 20 y 50 céntimos recogen el motivo de la sembradora, una constante en la historia del franco francés. Diseñada por Laurent Jorlo, «esta imagen, atemporal y moderna a la vez, representa una Francia que se mantiene fiel a sí misma, al tiempo que se integra en Europa».


Nueva moneda de 10 céntimos

La moneda de 10 céntimos representa a un icono de la lucha de los derechos de las mujeres, Simone Veil. Fue la primera mujer elegida presidenta del Parlamento Europeo, en 1979. Está considerada una figura del feminismo tras legalizar el aborto en Francia en 1975, cuando ocupaba el cargo de ministra de Sanidad. Como muestra de reconocimiento en Francia, se emitió en 2018 una moneda de 2 euros conmemorativa dedicada a esta gran mujer que también tuvo que vivir en sus carnes la tragedia del Holocausto nazi. 


Nueva moneda de 20 céntimos

La moneda de 20 céntimos tiene como protagonista a la cantante y bailarina nacionalizada francesa, Josephine Baker, símbolo de la liberación femenina, de la lucha contra el racismo y miembro de la Resistencia durante la ocupación nazi.


Nueva moneda de 50 céntimos

La moneda de 50 céntimos es en honor de Marie Curie, una física y química polaca nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la radiactividad, es la primera y única persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades científicas: Física y Química. También fue la primera mujer en ocupar el puesto de profesora en la Universidad de París.


La moneda de 50 céntimos es en honor de Marie Curie, una física y química polaca nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la radiactividad, es la primera y única persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades científicas: Física y Química. También fue la primera mujer en ocupar el puesto de profesora en la Universidad de París. 

martes, 28 de noviembre de 2023

Juan de Pareja, esclavo y aprendiz de Velázquez

 

Juan de Pareja, esclavo y aprendiz de Velázquez, el primer pintor afrohispano del que se tiene noticia

El Museo Metropolitano de Nueva York dedica la primera exposición monográfica al artista, que desarrolló su carrera tras ser liberado, y que simboliza la España multirracial del Siglo de Oro en que vivió

El viaje a Nueva York que Juan de Pareja (hacia 1608-1670) emprendió en 1971, cuando el Museo Metropolitano (Met) adquirió su retrato pintado por Velázquez, culmina ahora con la primera exposición monográfica que la institución dedica a quien fuera escla vo y aprendiz del maestro sevillano. El primer pintor afrohispano del que se tiene noticia fue siervo durante más de dos décadas, y la exposición que se inauguró ayer es la primera dedicada a glosar su trayectoria y el marco, poco conocido, de la España multirracial del Siglo de Oro en que vivió, Un panorama muy alejado de la visión monocroma oficial, su puesto fruto de la limpieza étnica que acometieron los Reyes Católicos dos siglos antes.

La muestra reúne 40 objetos, entre pinturas, esculturas y piezas de artes decorativas con modelos y motivos mestizos, así como un conjunto de libros y documentos, el más importante de ellos el de la manumisión de Pare ja por su dueño en 1650, que se conserva en el Archivio di Stato de Roma. Juan de Pareja, pintor afrohispano, que podrá verse has ta el 16 de julio, es también una lección sobre la importante pre- sencia de negros, mestizos y mo riscos en la pintura de la época-es decir, en la sociedad contemporánea-, como testimonian varias obras de Zurbarán, Murillo y las tres versiones que Velázquez hizo de una joven cocinera racializada, dispersas por el mundo y reunidas por primera vez en la exposición. Uno de los títulos con que se les conoce en España, La mulata, ayuda a alumbrar esa presencia callada.

La joya de la exposición son los dos cuadros firmados por Pa reja, en uno de los cuales, La voca ción de San Mateo, aparece autorretratado con la misma presencia orgullosa, asertiva, que mues tra en el cuadro que le dedicó Velázquez en 1650. El otro es El bautismo de Cristo. "Los dos son del Museo del Prado y son los principales [de la muestra). Cada uno tiene unos tres metros de ancho, y no es sencillo trasladar lienzos tan grandes. El Prado hizo un estupendo trabajo de conserva ción para que esas dos obras pu- dieran viajar hasta nosotros", explica David Pullins, responsable de pintura europea del Met y uno de los comisarios de la exposición. El autorretrato del artista en La vocación de San Mateo supone "un hilo directo con el que pintó Velázquez, una de las obras maestras del Met", según Pullins, Firme, franco, desafiante incluso, el pintor acapara las miradas con mayor determinación que su amo como pintor de corte en un flanco de Las meninas. En El bautismo de Cristo, la firma de Pareja es claramente visible en el ángulo inferior izquierdo del lienzo.

Los trazos de esa firma encierran el periplo vital de Pareja, nacido posiblemente en Antequera en torno a 1606-1608, hijo probablemente de una esclava africana y de un español blanco. Pese a la escasez de datos, los archivos ofrecen constancia de que la España del siglo XVII era una sociedad multirracial y que los artistas y artesanos solían contratar a esclavos para trabajar en sus talleres, en oficios menestrales o domésticos. Pero Velázquez y Pareja, o viceversa,

dieron un paso más allá en su relación -la de un artista consagrado con un joven aprendiz, ayudante, émulo y a la postre continuador del maestro cuando el primero llevó consigo a Italia al joven, en un viaje que se prolongó de 1649 a 1651.

El retrato de Pareja, que se exhibió en el Panteón romano en marzo de 1650, ocupa la sala principal de la muestra neoyorquina, justo enfrente del que Velázquez hizo del papa Inocencio X (un cuadro imponente al que parece asomarse Francis Bacon, que lo versionó más de tres siglos después). En Roma, el maestro español quiso impresionar a sus colegas italianos con su talento, y, según su biógrafo Antonio Palomino, "colocó este retrato [de Juan de Pareja] con tan universal aplauso en dicho sitio que, a voto de todos los pintores de diferentes naciones, todo lo demás parecía pintura, pero este solo verdad". Además de plas- mar la apariencia de Pareja, Velázquez logró mostrar también su carácter orgulloso, una prestancia especial, casi de gentilhombre, en alguien que había vivido sometido.

Pareja se dedicó a la pintura tras obtener su libertad, en 1654, fue a partir de entonces cuando desarrolló una carrera autónoma, independiente. De su ambición con los pinceles da muestra la dimensión de los dos cuadros reseñados, señal, más que de confianza, de arrojo. Pullins sostiene que su andadura fue mucho más conocida en el siglo XIX que ahora. "Creo que su historia, y mucha información sobre él, eran bien conocidas en el siglo XIX", apunta.


Renacimiento de Harlem

Sobre el alcance de la exposición, discreta en número de piezas y calendario, el comisario afirma que es pionera en ma chos sentidos. "Es la primera muestra monográfica, pero tam bién la primera en abordar el trabajo de artesanos esclavi zados, en una sociedad multirracial como la del siglo XVII en España. Arroja luz sobre Pareja, pero también sobre el Siglo de Oro español. En algún momen to del siglo XVII hubo más de dos obras de Pareja colgadas en la misma sala, fue así de impor tante".

La del Metropolitan es una exposición en clave woke, es decir, de relectura critica de la raza-y las clases-, pero también un homenaje al afroamericano que más contribuyó a recuperar la historia de Pareja del olvido. Arturo Schomburg, un erudito estadounidense autodidacta, nacido en Puerto Rico, dedicó buena parte de su fortuna a viajar por Europa, con España como principal parada, para rehabili tar lo que llamó la "diáspora negra". Schomburg fue una figura destacada del llamado Renacimiento de Harlem, un movimiento cultural y reivindicativo que a principios del siglo pasado puso en valor la contribución de la población afroamericana a la sociedad. La sala dedicada a los viajes de Schomburg por España, de los que regresó con la figura plena de Pareja, abre la mues tra con curiosas fotografias de la Giralda.

lunes, 27 de noviembre de 2023

Carteles Navidades Zaragoza 2011-24

Navidades Zaragoza 2023/24
Autoría: Videocreación
https://www.videocreacion.es/
 
Navidades Zaragoza 2022/23
Autoría: Inés Marco

Navidades Zaragoza 2021/22
Autora: Marta Gracia

Navidades Zaragoza 2020/21
https://i.pinimg.com/originals/55/f2/f8/55f2f8d77459c25db79f9bfab067178a.jpg

 Navidades Zaragoza 2019/20



 Navidades Zaragoza 2018/19


Navidades Zaragoza 2017/18
Cartel Navidades Zaragoza 2017

Navidades Zaragoza 2016/17
Cartel Navidades Zaragoza 2016
Navidades Zaragoza 2015/16
Cartel Navidades Zaragoza 2015

Navidades Zaragoza 2014/15
Cartel Navidades Zaragoza 2014

Navidades Zaragoza 2013/14
Cartel Navidades Zaragoza 2013

Navidades Zaragoza 2012/13
Cartel Navidades Zaragoza 2012

Navidades Zaragoza 2011/12
Cartel Navidades Zaragoza 2011

martes, 14 de noviembre de 2023

Las 3 Exposiciones de Le Petit Palacce

 

Después de “París romántico (1815-1858)” 

 y “París 1900, la ciudad del espectáculo”, 

 
el Petit Palais dedica la última parte de su trilogía a 
“(El) París de la modernidad (1905-1925)”.

 

El París de la modernidad 1905-1925 (secciones)

 El París de la modernidad  1905-1925 (Secciones)

Sección 1 – Montmartre y Montparnasse, caldos de cultivo para la creación

A principios del siglo XX, los talleres de los artistas se concentraban

Primero en Montmartre y luego en Montparnasse. Situadas en los márgenes, estas barrios ofrecen a la bohemia artística un ambiente animado, dentro

de los cuales el espacio público es de gran importancia, con sus cafeterías y sus redes de apoyo. Montmartre atrae, de finales del siglo XIX. siglo, los “rapins”, estos artistas en ciernes. Procedente de París o Provincia, luego España e Italia, se instalaron en talleres

barato: los del Bateau-Lavoir acogieron, a partir de 1904, el

“La banda Picasso”. Laboratorio de modernidad, este taller colectivo

es el lugar para apasionados debates estéticos y artísticos.

Todos se reúnen en el cabaret Lapin-Agile, donde se encuentran los artistas. mezclarse con poetas y escritores, así como con lo peor de la “chusma villano." Las incesantes obras de construcción, la inseguridad, la llegada de El turismo y el aumento de los alquileres empujan a los artistas a marcharse Montmartre hacia Montparnasse, en la margen izquierda del Sena.

 

Sección 2 – Los salones parisinos en el corazón del panorama artístico
Famosas exposiciones artísticas herederas de una tradición académica, los salones parisinos siguen siendo los acontecimientos esenciales de principios del siglo XX. Organizado por empresas artistas, estos salones siempre han estado abiertos a las mujeres. Lugares de venta y presentación en Público y aficionados, son de gran importancia para los artistas.Fundado en 1884, el Salón de Artistas Independientes se opuso al Salón de Artistas Franceses que alberga tendencias oficiales.
Creado en 1903, el Salón de Otoño se celebró en el Petit Palais antes de instalarse frente a él,en el Grand Palais, al año siguiente. Su objetivo es brindar oportunidades a jóvenes artistas,y presentar nuevas tendencias al público en general. Marcado desde 1905 por el escándalo obras fauvistas, y en particular exhibiendo tanto a los neoimpresionistas como a los cubistas,acompaña el nacimiento del arte moderno.
 
Sección 3 – El “boom” del ciclo muestra, automoción y aviación
Los nuevos modos de transporte que están surgiendo –el velocípedo, automóvil y aviación – pronto tendrán su
Salones propios en París. El Grand Palais acoge, en
1901, Salón Internacional del Automóvil, la Bicicleta y el Automóvil deportes que luego se celebrarán cada año, excepto en 1909 y 1911. Los visitantes acudieron allí por cientos miles de personas para descubrir los automóviles Serpollet, el primer coche Renault y muchos otros vehículos.
En 1908, una pequeña parte del salón estaba reservada para aviones y globos. Los visitantes pueden admirar
El avión de Clément Ader, la Antonieta de Levavasseur o la Señorita de Santos-Dumont. El éxito es tal que un nuevo espectáculo especialmente dedicado a La aviación es esencial. Se inaugura la primera Exposición Internacional de Transporte Aéreo en 1909 por el Presidente de la República Armand Fallières.
 
Sección 4 – “Poiret el Magnífico”
Hijo de un pañero, Paul Poiret fundó su casa de moda siendo muy joven. en 1903. La historia registra que “liberó” a la mujer del corsé en 1906. Sobre todo, infundió flexibilidad a sus modelos, mientras inspirándose en los artistas fauvistas y la estética oriental.
Genio del “marketing”, inventó el concepto de productos derivados, lanzando el primer perfume de diseñador en 1911. Se derrite, el mismo año, Maison Martine, que produce artes decorativas inspirado en la creación gratuita de jóvenes aprendices, basado en el modelo de los talleres vieneses, las Wiener Werkstätte. Refuerzo su reputación gracias a las “estrellas” de la época, como el actrices Réjane y Mistinguett, comprendió muy rápidamente el interés utilizar los nuevos medios del cine, la prensa y fotografía para difundir sus modelos. Él también está entre los
Los primeros modistos que se instalaron en los Campos Elíseos. Dentro en su mansión privada, organiza fiestas memorables, entre ellas
Los disfraces participan en las espectaculares producciones.
 
Sección 5 – ¡El Théâtre des Champs-Élysées está abierto!
Cuando se inauguró en 1913, el Théâtre des Champs-Élysées estaba a la vanguardia de la modernidad. Construido
Diseñado por Auguste y Gustave Perret, el edificio de hormigón armado combina materiales y tecnologías.
Innovador con una estética refinada, que anuncia el art déco. El escultor Antoine Bourdelle diseñala decoración de la fachada y supervisa la decoración interior. Participan diferentes artistas,entre ellos Maurice Denis, Édouard Vuillard y Jacqueline Marval. La programación innovadora es inaugurada por los Ballets Rusos, fundados por Serge Diaghilev, y cuyo bailarín estrella es Vaslav
Nijinsky. El 29 de mayo de 1913, con la música de Igor Stravinsky, la compañía conmocionó al público y a la crítica. con La consagración de la primavera, que hizo legendaria la obra y el Théâtre des Champs-Élysées.
Estos coloridos ballets, cuyo vestuario suele estar inspirado en el folclore tradicional ruso, creó una verdadera locura e influyó tanto en la moda como en la joyería de la época.
Sección 6 – Francia en guerra
El 3 de agosto de 1914, Alemania declaró la guerra a
Francia. La vida de todo un pueblo está patas arriba: 72 millones
Los hombres están movilizados y muchos lo saben.
El infierno de las trincheras. Esta guerra será una de las más asesinos de la historia, con casi 10 millones muertos y más de 21 millones de heridos. En París, el
Los taxis entran en la leyenda, transportando. soldados al frente de la primera batalla del
Marga. El Grand Palais sirvió como cuartel y luego como hospital.militar, dependiente de Val-de-Grâce. Da la bienvenida a la soldados lisiados y trata "caras rotas",víctimas de esta guerra científica y moderna contra nuevas armas. Por primera vez, esta guerra es filmado y fotografiado: imágenes de frente,transmitidos en París, contradicen las imágenes propagandísticas. Atacado por zepelines (dirigibles de
Fabricación alemana), aviones y cañones enemigos, y los civiles parisinos no se salvaron.
Las mujeres se contratan a sí mismas como enfermeras, reemplazando a los hombres en puestos vacantes,y se ganan la vida, entre otras cosas, en fábricas de armas, donde les pagan la mitad que sólo hombres. Muchos niños, a los que a veces también se les exige que trabajen, se convierten en huérfanos, “pupilos de la nación”.
 
Sección 7 – Lejos del frente, la vida se reanuda
La vida cultural parisina se detiene repentinamente cuando el
La capital fue declarada sitiada en agosto de 1914. Se reanudó gradualmente a finales de 1915. La asociación Lyre y
Palette ofrece lecturas, conciertos, pero también los primeros.
Exposición francesa de arte africano y oceánico, en noviembre de 1916, en el estudio del pintor Émile Lejeune. En Paul Poiret, la galería
Barbazanges presenta “El arte moderno en Francia”, en julio de 1916, exposición organizada por André Salmon. Picasso expone allí durante el primera vez sus Demoiselles d'Avignon. Al año siguiente, un exposición dedicada a Amedeo Modigliani en la galería Berthe Weill debe ser parcialmente desmantelado por “exhibición indecente”, sus Desnudos mostrando pelo en ciertas partes del cuerpo!
Los teatros y salas de espectáculos están reabriendo gradualmente y el público
Frecuenta cines para entretenerse. Con el traje de ballet
Desfile, en 1917, en el Théâtre du Châtelet, esta época conoce, paradójicamente, la efervescencia cultural y las innovaciones artístico importante.
 
Tramo 8 – Montparnasse, encrucijada del mundo
La paz redescubierta vio la llegada de los llamados “locos años veinte”, caracterizado por una intensa actividad artística, social y cultural. Procedentes de todo el mundo, innumerables artistas
Corre a Montparnasse. Constituyen lo que el crítico
En 1925, André Warnod nombró la Escuela de París. Los salones,
Galerías, marchantes, academias libres se están reorganizando.
Los cafés se convierten en lugares de encuentro y exposición.
Los artistas Chaïm Soutine y Tsouguharu Foujita conocen verdaderos éxitos.
Kiki de Montparnasse es la musa de este París de los años 20 que también vive de noche, con sus primeras salas de baile. El jazz es importados en gran medida por los estadounidenses, muchos de los cuales llegaron a
Europa para escapar de la prohibición que hace estragos allí.
Algunos de ellos también huyen de las leyes segregacionistas.
Americano. Las bolas se multiplican y concretan “la unión Artes ". El Baile Colonial (posteriormente llamado “Bal nègre”) atrae también el All-Paris, con sus beguinas martinicanas.
 
Sección 9 – París “más rápido, más alto, más fuerte”
De 1920 a 1929, los locos años veinte celebraron una paz recién descubierta, con una gran sed de vida. Allá
La generación que vivió las batallas de la Gran Guerra busca olvidarse de sí misma en el alcohol.y libertinaje. Sin embargo, contribuye a hacer de París una especie de Edén, como resume
Ernest Hemingway en su novela París es una fiesta (1964). Los outfits reflejan este nuevo arte. de vida: vestidos de cóctel, lentejuelas y plumas se prestan a nuevos bailes desaliñados.
Estos se están acelerando, en un momento en que la velocidad es impulsada por todas las cosas nuevas: el jazz y el Charleston del otro lado del Atlántico, el cine, el automóvil, el tren, los transatlánticos…
En este contexto aparece la figura ambivalente de la flapper. Esta “nueva mujer”, con multifacético, fascina y perturba. Establecida como heroína por Victor Margueritte, se extendió por todo
a través de la literatura y llega a la prensa femenina, la publicidad y la industria cosmética.
 
Sección 10 – Los suecos y La Revue nègre en el Théâtre des ChampsÉlysées
En 1920, el Théâtre des Champs-Élysées renovó su repertorio con los Ballets Suecos, bajo la responsabilidad financiera del coleccionista
Rolf de Maré. Él ve estos espectáculos como una obra de arte. total mostrando su propia colección. La coreografía es interpretada por el bailarín sueco Jean Börlin hasta 1925. Explorante las relaciones entre escena y pintura, Börlin empuja los límites de la danza en sus interacciones con las artes visuales. los compositores del grupo de los Seis (Georges Auric, Louis Durey, Arthur Honegger,
Darius Milhaud, Francis Poulenc, Germaine Tailleferre), reunidos en torno de Jean Cocteau, participan en determinadas temporadas –además de
Marie Vassilieff y el artista Fernand Léger. Tras la salida de los Ballets
Sueco, el Théâtre des Champs-Élysées acoge La Revue nègre en
Octubre de 1925. Llegada de Estados Unidos, la joven Joséphine Baker sensación con sus bailes frenéticos. Bienvenido a París en un una sociedad no regida por leyes de segregación, adoptó Francia como la patria de su corazón.
 
 
Sección 11 – La Exposición Internacional de “Artes Deco” de 1925
Aplazada tres veces, la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernasabrió sus puertas el 28 de abril de 1925. Cuando cerró el 25 de octubre, habrá acogido a más de 15 millones de visitantes y obtuvo un inmenso éxito popular. Este importante acontecimiento se extiende desde la Place de la Concorde hasta el Pont de l'Alma y desde la rotonda de los Campos Elíseos hasta la explanada des Invalides, por el puente Alexandre-III. Reúne a 21 naciones –de las cuales están ausentes
Alemania y Estados Unidos–, representados por 150 galerías y pabellones efímeros, a los que
A esto se suma el Grand Palais. Lo que está en juego es tanto económico como cultural. Se trata de afirmar la excelencia de las tradiciones francesas, frente a la Alemania derrotada y la competencia internacional.
También es importante reactivar la producción industrial y el comercio de lujo, en una Francia debilitado por la inflación. Dedicada al arte, la decoración y la vida moderna, esta gran celebración, en ocasiones considerado el canto del cisne de una estética de lujo, marca la aparición de la expresión " arte deco ". Este estilo experimentará una influencia mundial, que se extenderá desde Asia hasta Oceanía y a América, con el Cristo Redentor de Río de Janeiro, la escultura art déco más grande del mundo.

El París de la modernidad 1905-1925

 

El París de la modernidad  1905-1925

https://www.petitpalais.paris.fr/expositions/le-paris-de-la-modernite

Desde la Belle Époque hasta los locos años veinte, París sigue atrayendo a artistas de todo el mundo más que nunca. La Ciudad Mundial es a la vez una capital en el corazón de la innovación y el hogar de una tremenda influencia cultural. El recorrido presenta cerca de 400 obras de Robert Delaunay, Sonia Delaunay, Marcel Duchamp, Marie Laurencin, Fernand Léger, Tamara de Lempicka, Amedeo Modigliani, Chana Orloff, Pablo Picasso, Marie Vassilieff y muchos otros . La exposición también muestra conjuntos de Paul Poiret , Jeanne Lanvin , joyas de Cartier , un avión del Museo del Aire y del Espacio de Le Bourget e incluso un coche cedido por el Museo Nacional del Automóvil de Mulhouse. A través de la moda, el cine, la fotografía, la pintura, la escultura, el dibujo, pero también la danza, el diseño, la arquitectura y la industria, la exposición da vida y muestra la loca creatividad de estos años 1905-1925.

La exposición, cuyo recorrido es a la vez cronológico y temático, extrae su originalidad del perímetro geográfico en el que se centra en gran medida, el de los Campos Elíseos. Este distrito está en el corazón de la modernidad en acción. El Grand Palais acoge cada año la última creación en los Salones de Otoño y de los Independientes, donde se exponen las obras de Douanier Rousseau, Henri Matisse y Kees van Dongen, entre muchos otros.

Durante la Primera Guerra Mundial, el Petit Palais desempeñó un importante papel patriótico, exponiendo obras de arte mutiladas y concursos de escarapelas Mimi-Pinson. En 1925, fue el centro de la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas donde convivieron pabellones tradicionales, Art Déco y la vanguardia internacional. A pocos pasos de allí, en lo que hoy es la avenida Franklin Roosevelt, entonces llamada avenida d'Antin, el gran diseñador de moda Paul Poiret se instaló en 1909 en una magnífica mansión privada. Causó una gran impresión organizando allí la memorable fiesta “La Mille” en 1911. y Segunda Noche”. El lugar también alberga la galería Barbazanges, donde se presentó por primera vez Las señoritas de Aviñón de Picasso en 1916.

Después de la guerra, la galería Au Sans Pareil, en la avenida Kléber, se abrió al dadaísmo y al surrealismo. Avenue Montaigne, el Théâtre des Champs-Élysées acogió los Ballets Rusos y luego los Ballets Suecos hasta 1924 con creaciones como Relâche y La Création du Monde . En 1925, Joséphine Baker causó sensación allí con la Revue Nègre. Frecuentaba Le Boeuf sur le Toit, inaugurado en 1922 en la rue Boissy d'Anglas, donde Jean Cocteau atraía a todos en París.

Estas historia del “París moderno” no es lineal, está marcada por numerosos “accidentes de choque”. Se discuten los escándalos que marcan la vida artística: la “jaula de las fieras”, el “kubismo” de Braque y Picasso , el muy erótico Nijinsky como fauno para la creación de La consagración de la primavera de los Ballets Rusos en 1913... La modernidad absorbe estos escándalos, que incluso acaban convirtiéndose en etapas imprescindibles en la consagración de los artistas.

La modernidad también implica avances en la tecnología y la industria. Todo se acelera con el desarrollo de las bicicletas, los automóviles y la aviación, a los que se dedican exposiciones en el Grand Palais. La gira, que presenta un avión y un automóvil Peugeot, muestra cómo la asistencia a estos espectáculos de artistas como Marcel Duchamp o Robert Delaunay tuvo una influencia duradera en sus obras.

La exposición también pretende resaltar el papel de la mujer durante este período. De 1905 a 1925, los cambios sociales fueron espectaculares. Artistas como Marie Laurencin, Sonia Delaunay, Jacqueline Marval, Marie Vassilieff y Tamara de Lempicka participaron plenamente en las vanguardias. Símbolo de la emancipación femenina, la silueta flapper fue inmortalizada por Victor Margueritte en 1922. Con su corte corto y sus caderas delgadas, Joséphine Baker es también la encarnación. Joséphine Baker forma parte de un creciente movimiento de mestizaje en la sociedad francesa. El cáliz antillano de Aïcha , famoso artista modelo, es inmortalizado por Vallotton .

Desde los bajos fondos hasta los círculos sociales más exclusivos, personalidades como Max Jacob y Gertrude Stein tienden puentes. Los más pobres se encuentran con los más ricos en Montparnasse, y los más afortunados atraen la atención de mecenas generosos, como Chaïm Soutine , con el multimillonario estadounidense Albert Barnes . Procedentes de todo el mundo, artistas y turistas hacen de París más que nunca la “capital del mundo”.

La escenografía creada por Philippe Pumain nos sumerge en este período abundante y apasionante, salpicado de numerosas películas de René Clair , Fernand Léger e incluso Charlie Chaplin

 

domingo, 12 de noviembre de 2023

Composición VII


 Composición VII

Wassily Kandinsky

#100PinturasFamosas 

#007

Esta obra es una continuación lógica de las Composiciones V y Composición VI . Las tres pinturas están unidas por el tema del Apocalipsis. Tales elementos de la Composición VI como el Diluvio y la Resurrección se pueden rastrear en este trabajo. Su tema principal es el juicio final, pero no es visto como un desastre sino como una liberación, la transición del mundo de lo material a lo espiritual. Por lo tanto, la Composición VII se diferencia de las demás obras de la serie por sus colores claros y sus líneas de contraste centelleantes.

Kandinsky construyó cada una de sus composiciones para que el espectador pudiera entrar en la imagen como si girara dentro de ella. Hizo que el borde inferior de la composición fuera más pesado, empujándolo hacia adelante, mientras que la parte superior permanece más ligera y más distante para el espectador. Uno de los principales contrastes del artista, el azul y el amarillo forman la zona central de movimiento activo hacia adentro y hacia afuera.

Kandinsky pasó muchos meses preparando su Composición VII, pero solo tardó cuatro días en pintarla. El artista realizó unos 30 estudios de esta pintura ( 1 , 2 ). Algunos de ellos recuerdan a Caravaggio o Leonardo da Vinci's con sus estudios detallados de los pliegues de la tela, las hojas de los árboles o las extremidades humanas. En esta serie algunas obras presentan repetidamente la misma línea curva, otras muestran esquemáticamente los elementos estructurales básicos de la composición y algunas contienen un plano detallado de la composición. Además hay unos 15 cuadros diferentes que están relacionados con la Composición VII: se trata de los bocetos al óleo oa lápiz, acuarelas, pinturas sobre vidrio y grabados.

Gabrielle Munter, que fue testigo de la creación de esta pintura, escribió en su diario el 25 de noviembre de 1913 que el lienzo para la Composición VII fue entregado en su casa en Murnau, y Kandinsky se puso a trabajar esa misma noche. A la mañana siguiente tomó la primera fotografía del cuadro y después del almuerzo tomó la segunda. La entrada del 28 de noviembre en el diario de Munter decía que el cuadro estaba completo. El 29 de noviembre tomó una foto de la obra terminada. Así quedó registrado el nacimiento de una gran obra maestra.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Un mechón de tu cabello para venerar, Lizzie

 

'Ofelia', de John Everett Millais, en la Tate Gallery.

Un mechón de tu cabello para venerar, Lizzie

El recuerdo de la supermodelo y musa de los prerrafaelitas, Elizabeth Siddall, en un fragmento de su pelo

Un amigo me envió el otro día una foto de dos mechones de cabello de Lord Byron que se exponen en el Museo Nacional de Historia de Atenas. Cada uno hace lo que quiere con sus cabellos (yo cuando me los corto los recojo y los dejo en el jardín a disposición de los pájaros para que forren sus nidos, ¡y lo hacen!). Byron los repartía generosamente a sus amantes y admiradoras (feliz mortal dirán algunos por tener tantas; feliz mortal, dirán otros por tener tanto pelo), aunque a veces hacía trampas y por ejemplo a Caroline Lamb le endosó el mechón de uno de sus criados, el tío. Hay muchos mechones del poeta por ahí; una vez vi uno en Rávena, y en 2020 se subastó otro en Londres por el equivalente a 18.000 euros.

Hubo una época en Europa en la que intercambiar pelo (y luego conservarlo en un sobre o portarlo en un medallón) era algo obligado entre los amantes, un ritual con un punto de tricofilia, el fetichismo del cabello, también conocido como síndrome de Rapunzel, por la chica de larga cabellera de los hermanos Grimm (en el caso de ella que te escalaran el pelo era literal). La cosa del mechón tiene que ver con lo de la parte por el todo, claro. También por el fuerte simbolismo del pelo, el de la cabeza manifestación simbólica de la energía superior; el del resto del cuerpo de las fuerzas inferiores (lo que no impidió que Napoleón prefiriera conservar un trenzado del vello púbico de Josefina). Los mechones atenienses de Lord Byron son ambos de arriba (confiemos) y uno post mortem, cortado tras fallecer de fiebres el portador en Mesolongi en 1824 durante la guerra por la independencia de Grecia (acaso de haber tenido menos pelo no habría luchado contra los turcos sino ido a visitarlos, si se me permite la broma).

Un mechón de Byron me parece algo muy emotivo, incluso más que mi propio pelo (y cabe imaginar cómo cantarían los pájaros anidados en cabellos del autor de Las peregrinaciones de Childe Harold: “Ni el más ágil halcón volar pudiera/ con mayor gallardía y orgullo”). Pero mi mechón histórico favorito es el que vi una vez de Elizabeth Lizzie Siddall (1829-1862), la musa y supermodelo de los prerrafaelitas. Lizzie posó para la famosa Ofelia (1852) de John Everett Millais, se casó con otro de los fundadores del movimiento artístico, Dante Gabriel Rossetti, y fue también ella misma pintora y poeta.

A mí todo lo que tenga que ver con los prerrafaelitas me puede. Sé que se alzará más de una ceja porque hay mucha gente que los tiene hoy por relamidos idealistas y esteticistas reaccionarios, y desde luego mirar hacia antes de Rafael no parece muy progresista; pero yo ante sus cuadros es que me fundo. Con los prerrafaelitas estoy como Yeats en Innisfree, “y tendré paz allí, pues la paz gotea despacio/ allí la medianoche es toda un suave centelleo y la tarde es un fulgor de púrpura”. Resultó que un día estaba por Londres y, de camino a Foyles (cita obligada siempre), me encontré con que en la National Portrait Gallery había una exposición sobre la esencial contribución de las mujeres al movimiento prerrafaelita. Pre-Raphaelite Sisters, se titulaba la muestra, un guiño al nombre de la Pre-Raphaelite Brotherhood (PRB), la hermandad prerrafaelita. La exhibición era maravillosa y estaba llena de imágenes de esas mujeres enigmáticas, resplandecientes y de prodigiosas cabelleras. 

Pero si bien toda la exposición de las hermanas prerrafaelitas me apasionó, fue la sección dedicada a Elizabeth Siddall la que me dejó deslumbrado. Lizzie es la primera de la lista de las mujeres prerrafaelitas y el principal icono del movimiento. Se la recuerda sobre todo como la gran modelo de Rossetti y la Ofelia de Millais, pero la muestra de la National Portrait la reivindicaba como una importante artista y poeta. Empezó a pintar en 1852 y realizó un centenar de obras. Uno de sus cuadros que se exhibía era la pequeña acuarela Lady affixing pennant to a knight’s spear (c.1856), hermosísima escena que me recuerda algo a Encuentro en la torre de Sir Frederic William Burton y que remite al mundo de Ivanhoe. Parece que escribía poesía secretamente desde los 11 años, cuando leyó unos versos de Tennyson en un papel que envolvía un trozo de mantequilla. La producción que se ha conservado —véase My Ladys Soul, the poems of Elizabeth Eleanor Siddall, Victorian Secrets (sic), 2018— se reduce a 16 poemas, entre ellos los bellísimos Oh never wept for love that is dead y Thy strong arms are around me love, y algunos fragmentos. Nunca publicó ninguno en vida. Su cuñada, la poetisa Christina Rossetti decía que eran “demasiado dolorosos”.

Es conocida la anécdota de que mientras Millais la pintaba como Ofelia ahogada metida en una bañera el agua se enfrió (se apagaron las candelas que la mantenían caliente) y la profesional modelo, que continuó en su puesto por no distraer al enfrascado artista, se fue poniendo azul (color muy prerrafaelita, por otro lado) y sufrió una pulmonía, cuyo tratamiento la habría enganchado al opio. De salud frágil, melancólica, vulnerable y adicta, Siddall se casó con Rossetti tras diez años de relaciones en 1860 y murió en 1862 —después de alumbrar un niño muerto y sufrir un aborto—, de una sobredosis de láudano. Hay dudas de si dejó una nota de suicidio. Rossetti, que nunca dejó de ir con otras mujeres como Anne Miller, Jane Morris o Fanny Cornforth, en un arrebato de pena, culpabilidad y romanticismo agudo, depositó sus poemas manuscritos en el ataúd de Siddall, envueltos en los cabellos color cobre de ella, afirmando que ya no podría volver a escribir. Pero siete años después, en un triunfo del pragmatismo (y la literatura), hizo abrir la tumba para recuperar su obra y publicarla. Cuando preguntó a los desenterradores qué habían visto le dijeron que Elizabeth Siddall estaba sorprendentemente bien preservada y que el cabello le había seguido creciendo hasta llenar el ataúd. Al entregarle los poemas, tras desinfectarlos, encontró una madeja de pelo atrapada entre las páginas y un agujero de gusano en el medio.

En todo caso, el mechón de la joven que se exponía en la muestra londinense no era ese, tan macabro, sino uno que se le debió cortar al morir pues se acompañaba de un sobre en el que había estado envuelto (como el de la canción de Adamo) y en el que figuraba la inscripción a mano “Lizzie’s hair February 1862″, la fecha de su fallecimiento. En el mechón de Siddall —parte por el todo— cabe toda la historia de los prerrafaelitas y la suya propia, caben todas las flores con que se adornó Ofelia para su húmeda cita con la muerte, la melena que desbordó el ataúd trenzada de poemas, y toda la belleza y la melancolía del mundo. “Oh never weep for love that is dead/ Since love is seldom true, / But changes his fashion from blue to red,/ From brightest red to blue” (”oh nunca llores por el amor que ha muerto/ ya que el amor rara vez es verdadero/ sino que cambia su modo de azul a rojo,/ de rojo brillante a azul”). ¡Quién tuviera ese mechón para envolver con él el corazón maltrecho y anidar aladas esperanzas!