domingo, 10 de marzo de 2024

Bonjour, monsieur Courbet

Bonjour, monsieur Courbet

Gustave Courbet 1854

óleo sobre lienzo 129 x 149 cm

Musée Fabre, Montpellier

#1001pinturas 

428

En la década de 1850, Gustave Courbet (1819-1877) era el artista más polémico de Francia. Rebelde declarado contra la sociedad burguesa, se lo veia como el lider de la escuela realista, y fue ridiculizado sin tregua por la supuesta vulgaridad y fealdad de sus cuadros. Tuvo la suerte de encontrar un cliente rico, Alfred Bruyas, que solucionó sus graves problemas económicos. En mayo de 1854, Courbet viajó al sur de Francia, a Montpellier, para pasar unos días con Bruyas. Fue en el transcurso de esta estancia cuando pintó El encuentro, popularmente llamado Bonjour, monsieur Courbet. La escena se desarrolla bajo un cielo soleado y luminoso. El efecto de los personajes, erguidos contra un paisaje de lo más banal, es de una monumentalidad extrañamente onírica Bruyas (pelirrojo) saluda ostentosamente con el sombrero. Está de pie, pero con la mirada baja, humilde. Tras él, su criado Calas inclina respetuosamente la cabeza. Breton, el perro de Bruyas, parece el único a quien no intimida la presen- cia del pintor. La postura de Courbet, con su mochila llena de utensilios de pintura, se basa en un grabado del Judío Errante, representación simbólica de la humanidad doliente. Recibe el sol de lleno y proyecta una sombra muy nítida, mientras que las figuras de Bruyas y su criado se ven atenuadas por la sombra. La arrogante inclinación de la cabeza del pintor, y lo prominente de su barba, indican que acepta la muestra de respeto como algo que se le debe. Aunque fuera clasificado como realista, en este cuadro Courbet formula rotundamente la visión romántica del artista como profeta y rebelde que se merece el homenaje de la humanidad  

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