Molino al sol
Piet Mondrian 1908
óleo sobre lienzo 114 x 87 cm
Haags Gemeentemuseum, La Haya
#1001pinturas
608
Si bien es más conocido en la actualidad como artista abstracto, Piet Mondrian (1872-1994) abordó al principio un amplio abanico de estilos, convencido de que el tema de un cuadro era tan importante como la forma de pintarlo. Mondrian afirmaba que la función del arte era trazar una visión del mundo clara, y fue esta idea la que le condujo al final a suprimir de su obra cualquier ilusión de espacio pictórico en favor de un modo de composición más apropiado para la superficie bidimensional del lienzo. Incluso en sus primeros paisajes (competentes imitaciones de la obra temperamental e impresionista de sus colegas compatriotas) Mondrian expresaba la necesidad de crear un entorno que fuera puro y completo en su belleza. En la plasmación de molinos, iglesias y dunas, ejecutada
con un estilo luminista de colores brillantes, Mondrian dedicó gran atención al juego de la luz natural sobre los objetos. Molino al sol, tal vez el mejor cuadro de este estilo, encuentra su inspiración más inmediata en los cuadros fauvistas de Henri Matisse y André Derain. Ya observamos a Mondrian combinando geometrías abstractas con bloques de color sin adulterar Sin embargo, no hay nada más erróneo que pensar en Mondrian como en un formalista objetivo en busca de armonías decorativas Las sentidas convicciones utópicas que le condujeron a la abstracción se basaban en la visión platónica de la realidad, en la creencia de que cuanto nos rodea es un mero reflejo de una verdad más profunda, y esa visión está a punto de concretarse en cuadros como Molino al sol.
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