jueves, 11 de diciembre de 2025

Realismo


 El Angelus, Jean-Francois Millet, 1857-1859, óleo sobre lienzo

Realismo (1830 a 1850)

 Durante la segunda mitad del siglo XIX se multiplicó el número de artistas que rechazaron abiertamente las ideas y actitudes convencionales en el arte. Las realidades sociales desbancaron a los sentimientos y la imaginación en sus obras.

Rechazaron las artimañas percibidas del arte académico, el neoclasicismo y el Romanticismo y, en su lugar, se volcaron en reflejar con precisión y objetividad el mundo corriente.

Los artistas que abandonaron las tradiciones artísticas aceptadas durante décadas a menudo eran revolucionarios de corazón. Creían en los nuevos descubrimientos científicos y tecnológicos y en los derechos individuales, un concepto que cobró especial fuerza en Francia tras la revolución de 1848. Una de las principales objeciones a la pintura académica era que sus temáticas no representaban la vida real de la mayoría de las personas. Así, el realismo evolucionó a medida que los artistas se esforzaron por retratar la naturaleza y actividades cotidianas de personas corrientes. Al pintar temas y personas comunes, los artistas rompían también una lanza a favor de los derechos humanos.

La escuela de Barbizon

El realismo afloró por vez primera en la obra de artistas ingleses como Turner, Constable y la Hermandad Prerrafaelita. Su decisión de pintar de manera objetiva y directa del natural inspiró a varios artistas franceses, empezando por los conocidos colectivamente como la escuela de Barbizon. A partir de 1830, estos pintores trabajaron en el bosque de Fontainebleau, cerca de la población de Barbizon, en las inmediaciones de París. Pese a que su obra no contó con la aceptación popular hasta la década de 1860, al finiquitar los lienzos en plein air («al aire libre») en lugar de en el estudio, establecieron el paisaje como tema válido, cosa jamás vista hasta entonces. Los principales exponentes de Barbizon fueron Charles-François Daubigny (1817-1878). Théodore Rousseau (1812-1867), Camille Corot (1796-1875), Constant Troyon (1810-1865) y Narcisse Diaz de la Peña (1807-1876). El modo como los realistas plasmaban sus temas, que adoptaba ideas de la escuela de Barbizon y bebía de las nuevas teorías científicas, difería del de los pintores académicos. Procuraban representar los objetos tal como los veían. No se esmeraban en usar técnicas refinadísimas, como pinceladas imperceptibles y matices sutiles de tonalidades, sino que se concentraban en retratar la verdad. Incluso realzaban la bidimensionalidad de los lienzos. En tanto que pensadores democráticos, sus temas englobaban desde campesinos trabajando hasta grupos de personas o escenas de género (escenas de la vida cotidiana). Pese a desconcertar a los tradicionalistas, sus imágenes de campesinos,de las clases obreras y de la cruda realidad de la pobreza y las privaciones mostraban la vida moderna tal como era. Tanto diferían sus temas de los retratos, los episodios históricos o las temáticas alegóricas y mitológicas del arte académico, que muchos espectadores se sentían ultrajados. Afrontar tales realidades no era lo que esperaban del arte. Los ideales de belleza fueron reemplazados por realidades adversas, y ello despojó al arte de su función de válvula de escape. Hasta entonces, los artistas habían idealizado los pocos retratos de pobres que habían realizado. Era la primera vez que los temas mundanos se retrataban sin adornos. Las academias lo vivieron como una afrenta: consideraban las obras feas y deliberadamente provocadoras.

La fotografía

 La invención de la fotografía en 1839 suscitó debates en torno a la naturaleza y el objetivo de la pintura, en lugar de conseguir la nueva tecnología que la pintura se considerara superflua, tal como muchos habían vaticinado. Al contrario, la fotografía desató ideas entre muchos artistas. El realismo fue uno de los estilos que emergieron, al constatar los artistas que los temas ordinarios también presentaban su atractivo y finalidad, y caer en la cuenta de que la fotografía les sería accesoria para su oficio. Al pintar lo que veían ante sus ojos, directamente y sin emoción, los realistas se alzaron contra las reglas académicas y la artificialidad, al tiempo que configuraron un planteamiento moderno de un arte reflejo del grueso de la sociedad, y no sólo de una élite.

Le Réalisme

En 1855, Gustave Courbet (1819-1877) fue rechazado para exponer en la Exposición Universal, un gran acontecimiento en París destinado a celebrar el nuevo reinado del emperador Napoleón III. Courbet costeó de su propio bolsillo la construcción de un edificio junto al oficial, al cual bautizó como el «Pabellón del Realismo» y exhibió en él sus cuadros. Muchas de sus obras eran grandes lienzos al estilo del arte académico tradicional, si bien en vez de plasmar temas nobles retrataban otros desprovistos de glamour.  La tradición académica imponía que las pinturas de grandes dimensiones debían representar temas históricos, bíblicos, mitológicos o alegóricos exclusivamente, pero Courbet desafió esta  convención. Su obra era directa, descarada e intensa, y desafiaba deliberadamente los conceptos oficiales. Incluso su uso de la pintura se consideraba vulgar, pues aplicaba pintura de impasto con una espátula. Junto con el crítico de arte y novelista Champfleury (1820-1889) redactaron el manifiesto «Le Réalisme», que Courbet distribuyó entre los visitantes de su exposición. Otros grandes realistas fueron: Millet, Rosa Bonheur (1822-1899), Honoré Daumier (1808-1879), Jules Breton (1827-1906), Édouard Manet (1832-1883) y los estadounidenses Thomas Eakins (1844-1916) y Winslow Homer  (1836-1910). Los paisajistas y prerrafaelitas ingleses también pueden catalogarse de realistas. El realismo consistió en aportar ideas nuevas y cambiar las tradiciones aceptadas. No fue un movimiento coherente al cual los artistas se adscribían, sino que muchos artistas lo usaron como punto de partida para llegar a ideas aún más novedosas

 Alzamiento popular

Tras la guerra francoprusiana de 1870-1871, los revolucionarios intentaron hacerse con el poder e instaurar una cierta igualdad social. Bautizaron su organización como la Comuna, pero no tardaron en ser derrocados por el Gobierno francés oficial. Courbet fue uno de los muchos simpatizantes castigados tras la restauración del orden y sirvió de ejemplo de la reafirmación de la autoridad gubernamental.

 El Ángelus

Un hombre y una mujer recitan el Ángelus, una oración que conmemora la anunciación que el ángel Gabriel hizo a la Virgen María. Tras el tañido de las campanas, han dejado de cosechar patatas para orar. Todos sus aperos (el tridente, la cesta, los sacos y la carretilla) descansan junto a ellos. Esta pintura se inspiraba en un recuerdo de la infancia de Millet, que pretendía reflejar cómo vivían y trabajaban los campesinos. Se lo clasificaba como realista y fue miembro de la escuela de Barbizon. Los realistas no tenían un estilo definido: su arte consistía en pintar temas «reales» sin artificio, de ahí que la técnica y el estilo de Millet difieran tanto de los de Courbet.

 Nunca he visto un ángel. Muéstreme uno y lo pintaré.

Gustave Courbet

 La pintura es un arte esencialmente concreto, no puede consistir más que en la representación de las cosas reales y existentes… Un objeto abstracto, invisible, inexistente no pertenece al ámbito de la pintura.

Gustave Courbe

La idea en síntesis:

Descripciones objetivas del mundo corriente

 

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