jueves, 11 de diciembre de 2025

Hermandad Prerrafaelita

 

 La luz del mundo, William Holman Hunt,

1853-1854, óleo sobre lienzo sobre madera

Hermandad Prerrafaelita (1848-c. 1853)

En 1848, un grupo de siete jóvenes pintores, poetas y críticos ingleses formaron una «hermandad» con el fin de estimular un retorno a la pintura al estilo del Renacimiento temprano, anterior a Rafael y Miguel Ángel. Centrados en el arte de la Italia del siglo XV, el llamado Quattrocento, crearon pinturas detalladas, refinadas, llenas de color y con una gran carga simbólica.

El grupo se autodenominó la Hermandad Prerrafaelita (o PRB), pues consideraban que el arte se había desviado de su senda en tiempos de Rafael, entre finales del siglo XV y principios del XVI. Las ideas de los prerrafaelitas constituían una reacción frente a las convenciones del arte académico, a su parecer anodinas, pretenciosas y sedentarias. Las academias de arte oficiales del momento enseñaban que el arte del Renacimiento pleno y el manierismo eran supremos y todo artista debía emularlos en la medida de lo posible. Desde hacía años, los estudiantes de arte se formaban copiando la obra de los maestros del Renacimiento pleno. Los prerrafaelitas creían que el estilo académico resultante, una mezcla de neoclasicismo y Romanticismo, era artificial y se regía por fórmulas. En contraste, ellos pretendían retomar la belleza y simplicidad del mundo medieval y hacer suyos los ideales de los artistas de la época, en particular del arte italiano de la Edad Media, que consideraban honesto y directo. Lo cierto es que apenas conocían dicho arte, pero decidieron que la obra de Rafael era exagerada y dramática en exceso, mientras la de sus predecesores era menos complicada y más modesta. Así, se rebelaron contra las tradiciones académicas y acordaron pintar «fielmente la realidad», lo cual implicaba rechazar el idealismo y centrarse en crear imágenes realistas con detalles precisos, composiciones complejas y colores intensos.

Fundadores:

 Los organizadores de la Hermandad fueron: Dante Gabriel Rossetti (1828-1882), poeta y pintor; John Everett Millais (1829-1896), pintor; William Holman Hunt (1827-1910), pintor; Thomas Woolner (1825-1892), escultor y poeta; James Collinson (1825-81), pintor; William Michael Rossetti (1829-1919), escritor y crítico de arte, y Frederic George Stephens (1828-1907), crítico de arte.

Cuando se fundó la Hermandad, en 1848, tenían entre 19 y 23 años, pero, pese a su juventud, todos se oponían con firmeza a la industrialización de Inglaterra y la estrechez de miras de las juntas directivas de las academias. Por mucho que cueste imaginarlo, su obra se consideró alarmantemente polémica en su época y fueron los incitadores de los primeros movimientos vanguardistas reales, pues desafiaron sin ambages el mundo oficial del arte. A Rossetti se le ocurrió llamar al grupo Hermandad para mantener el secretismo ante los miembros de la Academia Real Inglesa. Firmaban sus iniciales, «PRB», en las esquinas de sus lienzos y, en un principio, nadie ajeno al grupo sabía qué significaban; lo único que se sabía era que se trataba de una sociedad secreta a todas luces sospechosa.

Rechazo de la tradición

Los miembros de la PRB eran extremadamente serios y escribieron una política de sus objetivos. Declararon que querían pintar temas serios e importantes, basados en la realidad, lo más realistas posibles y con los colores más vivos disponibles. Rechazaban abiertamente los métodos pictóricos convencionales que se impartían de manera rutinaria en las academias y permanecían inalterados desde hacía décadas. Publicaron un periódico, The Germ, para promover sus ideas, cosa que suscitó aún más críticas, sobre todo por parte de Charles Dickens (1812-1870).

A los cinco años de la fundación de la Hermandad, las diferencias en la obra de Rossetti, Hunt y Millais saltaron a la vista. Hunt y Millais se tornaron más naturalistas. La obra de Hunt se volvió más moralista y la de Millais más aceptable a ojos de las autoridades y la sociedad, mientras que la de Rossetti devino cada vez más imaginativa, mística e inspirada en la literatura. A partir de 1850, tras unas críticas especialmente inclementes de una obra de Millais, el grupo dejó de firmar como PRB y Collinson lo abandonó. Pronto se desmantelaron, si bien su influencia se prolongó muchos años y otros varios artistas trabajaron con estilos, técnicas y objetivos similares. Entre sus seguidores figuraron Edward Burne-Jones (1833-1898), Walter Howard Deverell (1827- 1854), Ford Madox Brown (1821-1893), Arthur Hughes (1832-1915), Simeon Solomon (1840-1905), Henry Wallis (1830-1916) y Charles Allston Collins (1828-1873).

La obra de esta nueva generación se considera una segunda fase del movimiento Prerrafaelita.

Influencias positivas y negativas

Los pintores prerrafaelitas realzaron los detalles precisos, casi fotográficos, de todo lo que retrataban; todo estaba perfectamente enfocado. El simbolismo y la alegoría eran aspectos recurrentes y con frecuencia mostraban influencias de Tennyson, Browning, Keats y Shakespeare, así como de temas medievales. Decidieron no seguir a sir Joshua Reynolds, el fundador de la Real Academia de las Artes al que la mayoría de los artistas jóvenes intentaba emular, pues su estilo se les antojaba chapucero e insincero. Lo apodaban «Sir Aguado». En cambio, admiraban las teorías del crítico de arte John Ruskin (1819-1900) y, una vez lo conocieron en persona, admitieron sentir un alto aprecio hacia su obra y escribieron cartas a The Times en su defensa. En 1851, Ruskin publicó un panfleto titulado «Prerrafaelismo» en el que explicaba y alababa el planteamiento y las creencias de la Hermandad.

La luz del mundo

He aquí una de las muchas obras alegóricas producidas por los prerrafaelitas. Jesús está a punto de llamar a una puerta que ha permanecido cerrada largo tiempo, como demuestran las zarzas que han crecido en el umbral. La puerta representa el alma humana: Jesús anhela entrar, pero a menudo no recibe respuesta. Sus palabras del Apocalipsis de la Biblia están inscritas en el marco: «He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo». Desprovista de tirador, la puerta sólo puede abrirse desde dentro, lo cual, según explicó Hunt, representa: «una mente cerrada con obstinación». El farolillo heptagonal indica las siete iglesias mencionadas en el Apocalipsis. Este cuadro se pintó en un estudio a oscuras, iluminado sólo con velas, y, como en todas las obras de la PRB, exhibe un grado de detalle meticuloso.

 

 

La técnica del blanco húmedo

Para lograr el efecto de colores luminosos, los prerrafaelitas utilizaban una técnica inspirada en la pintura al fresco renacentista. En los frescos, la pintura se aplicaba sobre yeso blanco húmedo. Los prerrafaelitas daban dos capas de pintura blanca a sus lienzos y empezaban a pintar mientras la capa subyacente de blanco se hallaba aún húmeda. Los colores lucían brillantes como joyas y mucho más vívidos que los de otras pinturas decimonónicas.

 

La concepción, amigo mío, la función fundamental del cerebro, es lo que marca la diferencia en el arte.

Dante Gabriel Rossett

 

La idea en síntesis:

arte romántico, colorido y detallado, reflejo de un tiempo preterito

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