viernes, 12 de enero de 2024

Edgar Degas - Plaza de la Concordia


Edgar Degas 1875

Plaza de la Concordia

Óleo sobre tela. 79 x 118 cm

Museo Estatal del Ermitage San Petersburgo

Existen numerosos testimonios del interés que Degas sintió por la fotografia. A pesar de ello, si miramos su Plaza de la Concordia resulta dificil creer que los rollos de pelicula y las cámaras portátiles todavia no se hubieran inventado y que las velocidades del obturador fueran terriblemente lentas. En este sentido, la pintura de Degas es una propuesta absoluta El pintor realizó una imagen instantánea mucho antes de que hubiera tenido la posibilidad de ver alguna. En la actualidad, podríamos llamarla una imagen construida la que se ha soñado con todo detalle antes de ejecutarla. El artista requirió la presencia de su amigo, el vizconde Ludovic Napoléon Lepic, para que posara con sus dos hijas y su viejo perro de caza. Degas los colocó e hizo varios estudios con ellos. Como ocurre con todas las imágenes construidas, la pintura plantea diversas cuestiones sobre las intenciones del artista ¿qué está intentando expresar exactamente y por qué adopta este particular modo de discurso?

Desde el principio, los impresionistas, como grupo, se preocuparon de representar la vida de la ciudad. Uno de sus temas preferidos, por ejemplo, fue la promenade del atardecer, con esas calles congestionadas vistas desde arriba, como en Boulevard des Capucines, de Monet, pintado en 1873, otro fue la gente en su tiempo libre, disfrutando de los espacios públicos, como en Música en los jardines de las Tullerias, de Manet, cuadro de 1862.

Pero Plaza de la Concordia difiere mucho de estas agradables vistas de la vida urbana. En la pintura de Degas, se advierte una profunda sensación de malestar que surge de la composición misma. Es un cuadro sin marco ni centro y representa a individuos a los que, del mismo modo, se les ha despojado de un punto de vista unificado o de un tema de discurso común. Si están disfrutando de la ciudad (toda vez que parecen más desconcertados que encantados) lo hacen con independencia de los demás


Un nuevo modo de mirar

La gran invención de Degas es la construcción de una mirada momentánea (una imagen fugaz) como un nuevo estilo de ejecución pictórica. En este sentido, Plaza de la Concordia tiene que ver con la fotografia y también con la vida urbana. Degas demostró a sus contemporáneos de finales del siglo XIX que la fotografia ya había modificado el modo de ver el mundo y que lo cambiaría todavía más en un futuro. Asimismo, Degas estaba convencido de que la pintura también tendría que cambiar si queria plantar cara al desafio que representaba la fotografia.


Claude Monet

Boulevard des Capucines, 1873-1874. Óleo sobre tela. 79.5 * 59cm

Museo de Arte Nelson-Atkins, Kansas City.


Edouard Manet

Música en los jardines de las Tullerías, 1862 

Óleo sobre tela, 76 x 118 cm. 

Galería Nacional, Londres.

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