domingo, 14 de enero de 2024

Alegorías de la Música y la Prudencia.

 


Alegorías de la Música y la Prudencia. 

Hans Baldung Grien

1529 pintura sobre tablas de pino.

83 x 36 cm Alto pinakothek Munich.

#1001pinturas


Hans Baldung (1485-1545) adoptó el sobrenombre de Grien (grun, el color verde) cuando trabajaba en el taller de Alberto Durero, en Núremberg. Baldung, prestigioso pintor y grabador renacentista del norte de Alemania, recurre a composiciones complejas para plasmar el comportamiento humano en un estilo que más tarde recibiría el nombre de manierismo, en ruptura con el contenido pictórico y psicológico de la pintura del Alto Renacimiento. Su obra está formada por retablos, obra religiosas y retratos privados, pero en la parte final de su carrera se dedicó a pintar escenas legendarias, mitológicas e históricas (incluso de magia y brujería). Alegorías de la música y la prudencia plasma en dos paneles separados los grandes pilares de la alta cultura, mediante dos desnudos femeninos distorsionados. Aunando la precisión de un delineante con la densidad y peculiaridad de un artista de vanguardia, Baldung representa el cuerpo humano de un modo lindante con la grotesco. Las masas de carne son desproporcionadas pero elegantes, inconexas pero armónicas. El negro absoluto contrasta con el ocre claro de la piel y con el brillo de los verdes. La forma y la postura de la Música son claramente femeninas, pero está adopta una actitud intelectual, y el gestualismo de su cara, brazos y manos es masculino. La Prudencia píse a la serpiente de la tentación con una expresión torturada, como de santo, y su vientre prominente parece propio de un embarazada. Entre el paganismo y el cristianismo, Baldung representó la psicología humana y los valores civiles en una mezcla de fantasía desatada.


https://museodelarte.blogspot.com/2010/05/la-vanidad-vanity-hans-baldung-grien.html?m=1


Hans Baldung Grien

Pintadas sobre tabla con el evidente propósito de formar pareja. Ambas se hallan firmadas con monograma. El pintor ha utilizado la misma modelo para los dos desnudos, situándola en posición frontal y estática en el primer caso, y de ligero escorzo, con una pierna adelantada, en el otro cuadro. La interpretación de estas alegorías presenta muchos puntos oscuros, de modo que los títulos que se les asignan no satisfacen a todos los especialistas en iconografía. Para algunos, sería más apropiado pensar que Baldung trató de describir en estas doncellas la vida contemplativa y la vida activa; otros consideran que la mujer que se contempla en un espejo convexo –para descubrir la imagen de la muerte- no representa la Vanidad, sino la Prudencia. En cualquier caso, el lenguaje del pintor es críptico y, a no dudar, se halla basado en una simbología a la vez renacentista y medieval –pagana y cristiana-, cuyo sentido no podemos interpretar.

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