sábado, 29 de abril de 2023

Arlequín con espejo

 

#LoscuadrosdePablo

Capítulo 1: Arlequín con espejo

https://www.rtve.es/play/audios/los-cuadros-de-pablo/capitulo-1-arlequin-espejo/6848010/

En este capítulo retrocedemos a 1923, el año en el que Pablo Picasso pintó "Arlequín con espejo". El artista malagueño parece retormar un estilo clasicista, pero no todo es lo que parece, este lienzo está lleno de enigmas visuales. Según algunos autores, podría ser un autoretrato encubierto. Con la ayuda de Paloma Alarcó, jefa de conservación de pintura moderna del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, tratamos de desenmascarar a este arlequín, saber qué oculta tras su melancólico rostro y descubrir por qué Picasso recurre una vez más a esta simbólica y estética figura, tan presente en su obra.


INFORMACIÓN DE LA IMAGEN

Arlequín con espejo

1923

Óleo sobre lienzo. 100 x 81 cm

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid

Nº INV. 709 (1979.87)

Sala 45

Concebido inicialmente como un autorretrato, Arlequín con espejo combina varios personajes del mundo circense y de la Commedia dell´arte por los que Picasso se sentía fascinado e identificado a la vez: Arlequín, con su sombrero de dos picos, un acróbata por su vestimenta y Pierrot por su rostro que, convertido en una máscara, camufla la identidad del artista.

En la monumental figura de Arlequín, que con su cuerpo cubre la mayor parte del lienzo, reconocemos el nuevo lenguaje artístico inspirado en las obras de los grandes maestros clásicos que Picasso había comenzado a utilizar tras su viaje a Italia en 1917. Aunque su experiencia italiana supuso una vuelta a los planteamientos clásicos, su interpretación no fue literal, sino que partió de la libertad que le otorgaba su anterior experiencia cubista.

La Europa de entreguerras protagonizó un momento artístico en el que dominaba una vuelta a planteamientos clásicos. De la desconfianza en los valores que habían regido hasta entonces el arte occidental emergió una nueva mirada realista del mundo que suscitaría una reacción antirromántica y una combativa animadversión hacia el formalismo de las vanguardias. El generalizado «retorno al orden» despertó un exacerbado espíritu crítico y una imperiosa necesidad de volver al objeto real, de recuperar las pautas miméticas y la durabilidad de la pintura clásica sin renunciar, eso sí, a los temas artísticos modernos. Esta recuperación surgiría de la misma vanguardia con el firme propósito de reinstaurar valores duraderos tras el caos y la aniquilación que había supuesto la guerra.

Para Picasso, el viaje a Italia con Cocteau en 1917 supuso el inicio de un nuevo lenguaje artístico inspirado en la tradición clásica tanto de las pinturas pompeyanas como de Rafael, Miguel Ángel o Ingres. Ahora bien, el clasicismo de Picasso es engañoso, se sirve de la Antigüedad (como años antes se había valido de las máscaras negras) para reinterpretar los modelos tradicionales sin olvidar la experiencia cubista. El cubismo le había dado la clave para tratar de forma diferente los distintos elementos de un cuadro y le permitía trastocar las leyes de la perspectiva y compaginar en una misma obra varios puntos de vista.

Arlequín con espejo es una pintura representativa de este periodo, a la que Douglas Cooper definía como una imagen sacada de Pompeya. Generalmente se relacionaba con un conjunto de arlequines sentados que el artista pintó durante los primeros meses de 1923, para los que posó el pintor español Jacinto Salvadó vestido con un traje que Cocteau había regalado a Picasso. Ahora bien, un estudio atento de este conjunto evidencia que el Arlequín del Museo Thyssen-Bornemisza se distancia bastante de los demás, ni siquiera es un verdadero arlequín, sino que conjuga la presencia de tres de los personajes del mundo del circo y de la commedia dell’arte, por los que Picasso se sentía tan atraído: el atuendo de acróbata nos traslada al mundo de los saltimbanquis y volatineros; el sombrero de dos picos es una clara referencia a Arlequín; y, finalmente, la máscara en la que Picasso convierte su rostro es Pierrot, el desairado galán de Colombina, que recrea su melancolía en la contemplación de su imagen en el espejo, atributo del desengaño y de la vanitas.

Como desvelaba recientemente Tomàs Llorens, Picasso abordó inicialmente esta pintura como un autorretrato, ya que, como se ha comprobado en el estudio radiográfico, «el rostro que era inicialmente un autorretrato del pintor asume en la apariencia final de la obra, la impersonalidad de la máscara».No hay que olvidar que Picasso consideraba el temperamento de Arlequín en muchos aspectos coincidente con el suyo, y a lo largo de su vida se autorretrató en múltiples ocasiones bajo su máscara, generalmente a causa de algún motivo sentimental. Precisamente, algunos autores, como William Rubin y Pierre Daix, han vinculado Arlequín con espejo con la ambiciosa obra del periodo clásico La flauta de Pan y con el amor frustrado que vivió Picasso durante el verano de 1923 en Cap d’Antibes con la americana Sara Murphy. En los numerosos dibujos preparatorios de esta ambiciosa obra suelen aparecer cuatro figuras: una pareja formada por un hombre y una mujer jóvenes, Cupido, o Amor, colocándole la corona de flores a la joven —representada como Venus— y, por último, Pan tocando con su flauta la música del amor. Según los mencionados autores el joven Cupido (Picasso) que le tiende un espejo a Venus (Sara), y que en algunas de las versiones viste el disfraz de saltimbanqui, se queda solo y se convierte en el Arlequín del Museo Thyssen-Bornemisza.

Arlequín con espejo y La flauta de Pan fueron la culminación de la etapa clasicista de Picasso, pero también su finalización. En el otoño de 1923, el artista se concentró en una serie de naturalezas muertas dentro de un estilo que se ha calificado como cubismo curvilíneo, que poco a poco desembocaría en su etapa surrealista

martes, 18 de abril de 2023

martes, 11 de abril de 2023

La ventana abierta 1905

 

La ventana abierta

Artista: Henri Matisse

Francia, 1905

Título original: La fenêtre ouverte

Museo: National Gallery, Washington D.C. (Estados Unidos)

Técnica: Óleo (55,3 x 46 cm.)


¡Suelten a las fieras...!


La formación pictórica de Matisse es completísima. Aprende bajo el Academicismo de Bouguereau y el Simbolismo temprano de Moureau, y estudia el Realismo de Chardin y el Romanticismo de Turner. Posteriormente se deja llevar por las corrientes impresionistas y puntillistas, con Pissarro, Signac y otros genios como referentes. En el interior del artista, tal mezcla de influencias empieza a hervir con su deseo de experimentación; una imminente implosión de originalidad resulta inevitable.


¿No se dice por ahí que unas vacaciones pueden cambiarte? En verano de 1905 y acompañado de su nuevo amigo André Derain, Matisse se escapa hacia el sur de Francia para evadirse durante unas semanas en Colliure. El colorido pesquero y la luz mediterránea de la pequeña localidad inspirarían al pintor lo suficiente como para desatarse de las tendencias a las que se había adscrito hasta el momento, y dirigirse por fin hacia su propio camino. De este modo, La ventana abierta es una primerísima manifestación de su verdadera singularidad.


La composición impulsiva y la pincelada frenética demuestran una ingenuidad refrescante —aunque totalmente deliberada— en el proceso de percepción y plasmación de la escena. Tan sólo hay que ver, sentir y pintar, sin atender a normas aburridas ni directrices académicas. A Matisse ya no le importa el naturalismo a favor de la prioridad emocional; aún así no lo abandona completamente, sino que lo emplea exclusivamente en aquellos aspectos necesarios para que el cuadro se mantenga coherente. Hablando de perspectiva, por ejemplo, vemos la falta de ella en la planitud sin horizonte de los barcos del paisaje; sin embargo, no la ignora por completo en las inclinaciones de las puertas, que sirven para crear una profundidad que invita al espectador a adentrarse en las vistas. Lo mismo sucede con los colores. La pared interior, así como el mar, toman tonalidades simbólicas y libres; no obstante, las plantas conservan su verde para mantener la abundancia vegetal bucólica.


Por fin, las intenciones del artista se han revelado. Ha aprendido de los clásicos, y los sigue apreciando, pero sabe que la pintura debe exigir una nueva dirección hacia la libertad creativa del artista. El renovador discurso se hace público con la exposición de La ventana abierta y otras piezas similares en el Salón de Otoño de ese mismo año. Matisse y sus amigos, además de despertar una ferviente polémica, son bautizados como fauves («fieras») por la estridencia de sus obras. La primera vanguardia artística ha nacido para empezar una revolución estallada con batallas cromáticas y gritos de expresión.

sábado, 8 de abril de 2023

El mundo de Christina

 

El mundo de Christina de Andrew Wyeth

En algún momento entre 1948 y hoy, Christina's World evolucionó de una pintura a un ícono. Solo hay un puñado de pinturas estadounidenses que han hecho esa transición: obras como American Gothic, Nighthawks y Whaam! se han convertido en piedras de toque culturales igualmente ubicuas. A pesar de su popularidad, la pintura de Andrew Wyeth de Anna Christina Olson es la única de estas pinturas que no se encuentra actualmente en exhibición pública.

Profundidad de cosecha propia

Nacido en Chadd's Ford, Pensilvania, Andrew Wyeth (1917-2009) fue el hijo menor del famoso ilustrador de Treasure Island, NC Wyeth. Considerado demasiado frágil para asistir a la escuela con sus hermanos, Andrew estudió pintura y dibujo en el estudio de su padre. El énfasis de NC en la atención exhaustiva y empática al tema sin duda sembró las semillas para el eventual estilo forense de Andrew.

Wyeth también heredó la afinidad de su padre por los filósofos trascendentales Thoreau y Emerson, compartiendo su creencia de que lo universal podía descubrirse en lo minucioso y mundano.

Casi toda la carrera artística de Wyeth la pasó observando de cerca dos lugares: el área dentro y alrededor de Chadd's Ford y Cushing, Maine. La gente, la naturaleza, los edificios y los interiores del noreste rural atrajeron la atención de Wyeth durante setenta años.

En sus propias palabras : 

Siento mucho el elemento personal de lo que pinto. Creo que esa es realmente toda la calidad de mi trabajo. Profundizar en algo que conozco, íntimamente, a lo largo de toda mi vida, y tratar de sacarlo.

Fue esta dedicación al lugar y al realismo lo que provocaría tanta admiración y una medida igual de negligencia crítica.   

Dos granjas sencillas se asientan en la cima de una colina de color pardo en la zona rural de Maine. En primer plano, una mujer yace en el suelo, apoyándose en sus brazos y de espaldas al espectador, cuesta arriba hacia los edificios de la granja. Su vestido es “rosado, como caparazones de langosta desteñidos que encuentras aquí en la orilla”. 

El tema es lo suficientemente modesto. La composición, aunque bien equilibrada y lo suficientemente activa como para mantener la vista en movimiento de Christina a la granja, el granero y de regreso, no es innovadora. 

Para el espectador antipático, Christina's World no podría representar nada más que un anhelo kitsch de postal por la felicidad pastoral, una crítica dirigida regularmente a Wyeth a lo largo de su carrera. 

Como ocurre con muchas de las obras de Wyeth, se requiere una inspección más detallada. 

Revelando los detalles de Wyeth

Cada brizna de hierba se selecciona con meticuloso detalle. Wyeth prefería la pintura al temple al huevo, un medio de secado rápido que cayó en desgracia con la llegada de la pintura al óleo en los siglos XV y XVI. Comparó la técnica de capas delgadas asociada con el temple a " la forma en que se construyó la tierra misma ". Al pintar el paisaje con detalles forenses para El mundo de Christina , se vio a sí mismo “ construyendo todo el planeta en el que ella finalmente iba a existir ”.

Otra mirada a la figura de Christina revela que no se ha librado del efecto seco y pálido que tiene la témpera en sus sujetos. El rosa apagado de su vestido se repite en tonos similares alrededor de su frágil codo y muñeca, mientras que los mechones de cabello alrededor de su coronilla la vinculan con los colores pajizos de su paisaje. 

Sus manos, parcialmente ocultas por velos de hierba, están secas, nudosas y aferradas al suelo. Es en estos detalles que Christina's World , y Christina misma, se revelan.

¿Quién fue Cristina?

La epónima Christina en realidad se llamaba Anna Christina Olson. Presentado a Wyeth por su esposa, Betsy, Olson vivía en una granja cerca de la casa de Wyeth en Maine. Ella, su hermano Álvaro e incluso su hogar se convertirían en pilares de la obra de Wyeth, que aparecen regularmente en retratos y paisajes. El artista se acercó tanto a la familia que instaló un estudio en el segundo piso de la casa de campo Olson. 

Anna Christina tenía la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth , una afección neurológica que causa pérdida de masa muscular. Cuando Wyeth conoció a los Olson, había perdido el uso de sus piernas. Al negarse a usar una silla de ruedas, se impulsó por la granja y la casa. 

Al verla en un campo desde su estudio en la casa Olson, Wyeth se inspiró para componer Christina's World . Para él, la pintura representaba “su extraordinaria conquista de una vida que la mayoría de la gente consideraría desesperada”.

Dos Cristinas: controversia y representaciones de la discapacidad

Algunos críticos han calificado a Christina's World como controvertido por la decisión de Wyeth de modelar el cuerpo de la figura en su esposa Betsy, en lugar de la propia Anna Christina. Ha sido acusado de “ embellecer ” la escena y enmascarar la discapacidad para servir a un ideal rural. 

Por su parte, Wyeth afirmó que “ Christina's World es más que su retrato. Realmente era toda su vida, y eso es lo que le gustaba de ella”. Además, a Anna Christina le gustó la pintura y dijo que “Andy me puso donde sabía que quería estar. Ahora que ya no puedo estar allí, todo lo que hago es pensar en esa foto y estoy allí”.

Esto no absuelve a la obra de las acusaciones de “enmascaramiento” de la discapacidad. Wyeth expresó puntos de vista contradictorios sobre ese mismo tema. Al hablar sobre sus primeros estudios de la vida de Anna Christina, afirmó que :

… mi ojo frío captó la deformidad y me sacudió. No había pensado en la deformidad. Ella era mucho más grande que todas las pequeñas idiosincrasias... Si realmente eres profundo acerca de algo y realmente ves su esencia, no tienes que tener un accesorio como una deformidad.

¿Por qué, entonces, no modeló toda la figura de su esposa? La Christina de la pintura es, como dice Randall C. Griffin en su ensayo sobre Christina's World , "una figura híbrida", describiendo sus delgados brazos como si "surgieran de una pintura diferente, una que despega la ilusión soleada de la escena". 

Christina's Word continúa dividiendo opiniones sobre su tratamiento de la discapacidad. Para los observadores simpatizantes, el efecto de la "figura híbrida" es una mayor conciencia de la condición de Anna Christina y un intento de superar las reacciones que inicialmente podrían no ver más allá de su CMT a su personalidad. Mientras tanto, para los críticos es un intento de encubrir su condición al servicio de la estética.

¿Idealismo o realismo?

Más allá del mundo de Christina , Wyeth pintó retratos implacables de Anna Christina, su hermano y muchas otras figuras al margen de la sociedad rural. Retratos como Anna Christina , Oil Lamp , Grape Wine y Anna Kuerner son representaciones francas de sujetos introspectivos, como se observa forensemente en los paisajes al temple de Wyeth. 

Sus figuras son descarnadas y totémicas, pero no son glorificadas por ser bellos ideales pastoriles. En cambio, son glorificados por ser reflejos profundamente arraigados de su paisaje natal. Sucedió que compartían ese paisaje con Wyeth, quien los canoniza (y los tocones de los árboles, los establos y los campos insípidos) prestándoles una atención cercana y trascendental. 

Wyeth reconoció las formas en que se interpretó su obra:  

La gente me convierte en el pintor estadounidense de la escena estadounidense.

Independientemente de lo que el hombre mismo creyera, su pintura no es más un anuncio de un estilo de vida rural pasado que el fuerte énfasis de Edward Hopper en el aislamiento es una recomendación para la vida urbana. 

Un sentimiento sorprendente de soledad y melancolía es una marca registrada de sus pinturas.

La sensación es diferente pero se pueden ver algunas similitudes.

De hecho, Hopper, un artista ampliamente aceptado en la historia del arte modernista estadounidense y admirador del trabajo de Wyeth, comparte más con el pintor rural de lo que a muchos les gustaría admitir. Mark Rothko lo identificó por sí mismo, escribiendo que tanto el trabajo de Hopper como el de Wyeth trataban sobre "la búsqueda de la extrañeza". 

Múltiples "Américas"

A pesar del reconocimiento de otros artistas, Wyeth se enfrentó a expresionistas abstractos como el propio Rothko. Críticos de época como Clement Greenberg presentaron a Wyeth como un artista deliberadamente poco moderno , dedicado de manera equivocada al realismo rural en un momento en que la abstracción urbana (principalmente basada en Nueva York) estaba construyendo la credibilidad del arte estadounidense en el escenario mundial. 

Sin embargo, cualquier nostalgia que haya en el trabajo de Wyeth no exige un regreso a los campos. Su pintura está más preocupada por el crepúsculo de esa tierra y estilo de vida que formó parte muy real de su experiencia cotidiana. Como dijo Thomas Hoving, ex director del Museo Metropolitano de Arte : 

Wyeth no pintó un solo cuadro sentimental en su vida... [él] pintó como los cortes de un cirujano. Crujiente, de mirada pétrea y completamente carente de sentimentalismo... lo que realmente hay es lo que ves.

Recordando a Andy Wyeth

Wyeth estaba más preocupado por el presente de lo que los críticos preocupados por promover Nueva York, el nexo del empuje de Estados Unidos en el mundo del arte moderno internacional (y por lo tanto validado), le han dado crédito. 

En lugar de dejar de lado los temas de pinturas como Christina's World , esas figuras rurales que aún constituían cerca del 40% de la población estadounidense en 1950, Wyeth se centró en ellas. Es parte de lo que hizo su arte, en palabras de Andrew Brighton , "populista, en lugar de simplemente popular". 

La pintura continúa informando e inspirando íconos estadounidenses recién acuñados. Recientemente, la serie de videojuegos The Last of Us presentó una versión de la granja Olson y la temporada final de Atlanta de Donald Glover incluyó un episodio titulado Andrew Wyeth. El mundo de Alfredo . 

A pesar del rechazo de la crítica, Wyeth sigue siendo un pilar de la historia del arte estadounidense. 




martes, 4 de abril de 2023

Las ocho mujeres a las que amo Picasso

Las ocho mujeres a las que amo Picasso

Picasso nació el 25 de octubre de 1881 y murió el 8 de abril de 1973.


1. Fernande Olivier. Amante

Esta fue la primera relación duradera de Picasso y la musa que inspiró su "época rosa" y el comienzo del cubismo.

A pesar de estar casada, comenzó una relación con Picasso, que duró 7 años. Se separan en 1912, cuando él estaba interesado en otra mujer. Fernande escribió el libro "Amar a Picasso", que se publicó sólo en 1988, porque había un pacto entre los dos que impidió la publicación mientras ambos vivían. Murió en 1966 y fue la única amante conocida de Picasso antes de llegar a la fama.

 

2. Eva Gouel. Amante

Fue la pasión de Picasso en el período cubista. Picasso quedó devastado porque Eva enfermo y murió joven. Eva falleció en 1915, no está claro si por la tuberculosis o el cáncer. El cuadro "Amo a Eva" fue una de las pruebas de amor que Picasso le regaló y la pintura "L'Enfer" (El infierno) refleja el sufrimiento sentido y vivido.

 3. Olga Khokhlova. Primera esposa. Madre de su hijo Paulo

Fue la primera esposa de Picasso y de quien tuvo un hijo, Paulo. Olga era una bailarina. Vivieron un matrimonio feliz en un período corto hasta que aparecieron muchos conflictos, principalmente porque pertenecían a diferentes clases sociales. Durante este período, Picasso pintó cuadros que representan madres y niños. Al tener conocimiento de su amante Marie-Therese, que estaba embarazada, Olga se fue a vivir lejos de Picasso, pero no se divorciaron por cuestiones monetarias. En 1955 murió de cáncer.

 4. Marie-Therese Walter. Amante y madre de su hija Maya.

Tenía sólo 17 años cuando se convirtió en la amante de Picasso (con 47 años) y la relación fue descubierta por su esposa Olga, nada más Marie-Therese quedar embarazada.

Un año después de nacer su hija, Pablo encontró una nueva amante y la relación se deterioró. Marie-Therese fue la inspiración para los famosos 100 grabados de Picasso tituladas "Vollard Suite". Ella se suicidó tres años después de la muerte de su amado. El nieto de ambos, escribió un libro titulado: "Picasso:. La historia de la familia Real"

 5. Dora Maar Amante

Dora era fotógrafa, poeta y pintora. Fue la que documentó uno de los cuadros más famosos de la obra de Picasso, el "Guernica". Fue la responsable de la separación de Picasso y Marie Therese-. Su relación duró alrededor de 8 años. Después del "Guernica" y el comienzo de su relación con Dora Maar, Picasso pintó una serie de cuadros como "The Weeping Woman" (la mujer que llora), que representan imágenes tristes.

Dora nunca superó la separación de Picasso y sufrió tiempos difíciles emocionalmente hasta su muerte con 89 años (1995).

 6. Françoise Gilot. Amante y madre de sus hijos Claude y Paloma.

Con 62 años y todavía en una relación con Dora Maar, Picasso comenzó una relación (de 10 años) con Françoise, que era sólo un joven estudiante de 21. Françoise es también un artista (pintora, escritora) y son muchos los que piensan que su carrera no progresó más debido a su amor por Picasso. Tuvieron dos hijos.

 

7. Genevieve Laporte. Amante

Entrevistó a Picasso para el periódico de la escuela con 17 años de edad y tuvieron una relación ocasional pero no fue hasta que tenía 24 que comenzó un romance con el artista mientras vivía con Francoise.

Su amor era secreto. Durante este período, Picasso tenía lo que se llama un "período de ternura”, ya que Genevieve fue la única mujer que retrató sonriendo. En 2005, con 79 años, subastó 20 obras de Picasso (muchas sobre sí misma) y con el dinero que consiguió, creó una fundación para la defensa de la naturaleza y los animales. Todavía está viva.

 

8. Jacqueline Roque. Segunda esposa.

En 1953, Picasso con 71 años conoce a Jacqueline de 26. Años más tarde, Jacqueline se convirtió en su segunda esposa. Ella fue la musa que inspiró más obras. Estuvieron juntos 20 años, hasta que Picasso murió en 1973. En 1986, Jacqueline se suicidó.

"El amor es el mejor tónico de la vida" Pablo Picasso.

 

Cartel Toros San Fermín 2023

 

Cartel Toros San Fermín 2023
Autoría: Javier Balda


El cartel de la Feria del Toro de San Fermín 2023, obra de Javier Balda
La Casa de Misericordia ha presentado en la plaza de toros este martes, 4 de abril, la obra del artista pamplonés

El artista pamplonés Javier Balda Berástegui es el autor del cartel de la Feria del Toro de los Sanfermines de 2023, que consiste en un collage en el que se identifica la cabeza de un toro y fragmentos que evocan los colores más representativos de la tauromaquia.

Se trata del cartel número 64 de la Feria del Toro, que sin embargo cumple su edición número 63, ya que el cartel encargado por la Casa de Misericordia de Pamplona al mismo Balda en 2020 no pudo presentarse debido a la suspensión de los Sanfermines por la pandemia.

DOS CARTELES MUY DIFERENTES
"El de 2020 se malogró y ya es una anécdota", ha dicho en conferencia de prensa Balda, quien ha explicado que aquel cartel y el de ahora "son dos trabajos absolutamente diferentes", ya que "hace dos años me dio por hacer una cosa más geometrizada, vinculada más a la imagen de la plaza".

En esta ocasión, ha señalado, "me he soltado más, quizás en el trabajo que yo hago más con mi obra" en este momento.

El cartel, ha apuntado, es "un collage de elementos que nos pueden evocar a todo lo que sucede y está en el entorno de la tauromaquia dentro de esta plaza y también a todo el protocolo taurino de Pamplona, que empieza con el encierro y acaba por la tarde en la plaza".

Todos los Carteles de ediciones anteriores:
https://www.noticiasdenavarra.com/.../feria-toro-san-fermin/

sábado, 1 de abril de 2023

Noctámbulos 1942

 

Noctámbulos 1942

Edward Hopper 1882-1967


Desde 1913 hasta 1923 Hopper trabajó como ilustrador de revistas. El trabajo no les satisfacía, pero le permitió ir perfeccionando su técnica composicional y entendió que a veces menos puede ser más. En esta pintura despejada, impasible y realista Hopper evoca una intensa sensación de alineación urbana, en la que pone de relieve lo que el sociólogo estadounidense Richard Sennett llamaba "la paradoja del aislamiento en medio de la visibilidad". Los fluorescentes de la cafetería nocturna contrastan notablemente con la oscuridad que reina en el resto de la composición, y proyecta sombras muy definidas evocando los efectos de luz del cine negro y por tanto confiriendo un aire cinematográfico a la pintura. La angulosa fachada de la cafetería no presenta puerta alguna -aprisionando a los clientes en el interior del local y no dejando entrar al observador de la pintura- además, la luz superior centra la atención del observador en las figuras, lo que les confiere un aire teatral. La atención se centra particularmente en el vestido de color rojo claro y en el pelo castaño de la única mujer de la pintura. Aunque la mano de la mujer casi entra en contacto con la del hombre que está sentado junto a ella, la mujer no interacciona con nadie. El aire solitario del hombre vestido con un traje gris se ve intensificado por su alejamiento respecto del resto de personajes de la composición y por el hecho de estar de espaldas al observador.


Puntos destacados

1 Fachada de la tienda oscura

El único elemento que se distingue en la inquietante tienda vacía es la caja registradora. Hopper sentía fascinación por los efectos de oscuridad de la noche y de la luz del día. Muchas de sus obras representan escenas nocturnas, entre ellas noche en el parque 1921 y ventanas de la noche 1928.

2 Dos clientes

El hombre y la mujer que aparecen sentados uno al lado del otro parecen estar más de cerca debido a la amplitud del espacio en el que se encuentran. En realidad, es posible que se trate de dos desconocidos. Ambos guardan cierto parecido y parecen sumidos en sus propias meditaciones.

3 Equilibrio

Los dos recipientes metálicos de café que pueden verse detrás del camarero hacen las funciones de contrapeso de la pareja sentada en la barra. El lustre de los recipientes hace que destaquen: parecen asumir la misma importancia que las figuras, como si se tratase de dos clientes más del establecimiento.

4 Pequeños detalles.

Los pequeños detalles -el salero el pimentero la servilleta, las copas y el bocado de sandwich que la mujer sostienen en la mano- presentan un realismo notable. Sobre el fondo ralo de oscuro del resto de la pieza, la mirada del observador se ve arrastrada hacia esos objetos.

5 El tercer cliente

De espaldas al observador y con la mirada fija hacia adelante, este hombre está parcialmente oculto en la sombra, de hecho, a primera vista pasa desapercibido. No obstante, es un elemento importante de la composición; su anonimato aumenta la sensación de autocontención impenetrabilidad de la pintura.


Perfil del artista

1900-1912

Hopper estudió en el Institut of Art and Design de Nueva York. Visitó Europa en tres ocasiones en 1906,1909 y 1910

1913-1923

A pesar de vender su primera pintura en el Armory Show en 1913, Hopper tuvo poco éxito y abandonar la pintura al óleo un tiempo.

1924-1944

La primera pintura madura de Hopper fue "Casa junto a las vías" 1925 a la que se siguieron importantes obras como "Noctámbulos", "Gas" o "Mañana en una ciudad". Sus obras abarcan escenas de la vida urbana y la vida rural de Estados Unidos, y suelen transmitir soledad, aislamiento o tensión.

1945-1967

El expresionismo abstracto le dejó aislado, pero sirvió de inspiración para el arte pop. Hopper continuó produciendo importantes obras como "Intermedio" 1963.

La buenaventura

 

Título: La buenaventura

Artista: Georges de La Tour (francés, Vic-sur-Seille 1593-1652 Lunéville)

Fecha: probablemente 1630

media: Óleo sobre lienzo

Dimensiones: 40 1/8 x 48 5/8 pulg. (101,9 x 123,5 cm)

Clasificación: Pinturas

Línea de crédito: Fondo Rogers, 1960

Número de acceso: 60.30

https://www.metmuseum.org/art/collection/search/436838

Los ojos inquietos y las manos atareadas crean una narrativa cautivadora entre figuras por lo demás serias, cada una de las cuales está ricamente vestida con combinaciones meticulosamente pintadas de color y textura. La Tour abordó un tema popularizado en el norte de Europa por los grabados y en Roma por Caravaggio: una anciana romaní (tradicionalmente conocida por el término burlón "gitana") lee la fortuna del joven mientras sus bellas compañeras aprovechan la oportunidad para robarle. Esta célebre pintura, descubierta a mediados del siglo XX, lleva inscrito el nombre de la ciudad donde vivió el artista en el noreste de Francia, lo que respalda la posibilidad de que desarrollara tales obras independientemente del precedente de Caravaggio.