El esmalte de los dientes permite identificar el sexo de los esqueletos, enterrados de la mano hace 1.600 años, pero nada delata la relación que mantenían
Los amantes de Módena han representado durante años el mito del amor eterno: dos esqueletos enterrados juntos, cogidos de la mano, y con uno de ellos con la cabeza vuelta hacia el otro, unidos para la eternidad. Hasta ahora, se suponía que eran un hombre y una mujer. Pero se ha descubierto que los dos esqueletos, enterrados hace 1.600 años y descubiertos en 2009 en la ciudad de Módena (Italia), pertenecen a dos hombres de unos treinta años de edad. Unos investigadores de la Universidad de Bolonia han revelado en un estudio la verdad sobre tan romántica historia gracias a la composición del esmalte de los dientes
Como cuenta el estudio publicado en la revista Scientific Reports, los restos estaban destrozados por el paso del tiempo. “No podíamos analizar los cráneos o las caderas, del desgaste que había; eso nos podría haber ayudado, ya que la forma de los huesos es distinta entre un hombre y una mujer”, explica Federico Luigi, uno de los autores del estudio. Este investigador de la Universidad de Bolonia explica que, en los diez años que han pasado desde el hallazgo, han intentado realizar todo tipo de análisis, pero ninguno les permitió confirmar el sexo de los esqueletos. Por lo tanto, el rumor del amor eterno heterosexual siguió propagándose por el mundo. “Hace dos años, unos investigadores ingleses descubrieron que una proteína presente en el esmalte de los dientes permitía identificar el sexo del fallecido. Lo intentamos con los amantes, y funcionó”, cuenta el experto italiano.
Los investigadores sugieren que el entierro se realizó de esta manera para ilustrar una unión entre dos hombres que murieron juntos en la guerra
Esta proteína en cuestión es la amelogenina y se divide, como los cromosomas, en X e Y. La AMELX se encuentra en el tejido dental tanto del hombre como de la mujer, pero la llamada AMELY, solo en los hombres. Los amantes de Módena tenían un esmalte con la misma composición. Para verificar el descubrimiento, los investigadores repitieron el análisis con 12 dientes de esqueletos del mismo lugar y de otros cementerios cercanos y dos “modernos”, como los calificaron en el estudio. Y todo encajó.
Los esqueletos fueron enterrados en un cementerio con otras 11 personas. Algunos de los enterrados muestran marcas de traumas que se pueden relacionar con una muerte violenta durante una guerra, explica el estudio. Los investigadores sugieren que el entierro se realizó de esta manera para ilustrar una unión entre dos hombres que murieron juntos en la guerra o bien que eran de la misma familia y por eso compartieron tumba. Sin embargo, queda la duda de por qué se dan la mano. Luigi no quiere especular sobre cuál era su relación. “No podemos decir que tuvieran una relación romántica, porque sabemos que en Italia, en la Antigüedad tardía, ser homosexual era un crimen y nadie, en su sano juicio, hubiese mostrado este tipo de relación aunque fuese en una tumba”, explica el italiano. En el año 390, una nueva legislación contra las prácticas homosexuales fue aplicada por el emperador romano Teodosio, por lo que dos hombres que mantuvieran una relación amorosa podrían ser arrestados. Durante el reinado de Justiniano (527-565) la homosexualidad pasó a considerarse un crimen.
Los investigadores insistieron en confirmar el sexo de los fallecidos cuando no había debates ni dudas de por medio. “¿Por qué no lo hemos dejado estar? No es un entierro usual. Existen muy, muy pocos [enterramientos de este tipo] [todos hombres y mujeres o familiares, según el listado del estudio]. Es extraordinario, y mucho más interesante descubrir que son dos hombres. Nos permite indagar en las ideologías de nuestros antepasados y sobre todo, desde un punto de vista social, descubrir cómo se contempla esto ahora”, concluye Luigi.
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