Artemisiaisia Gentileschi
Italia, 1627
Título original: Giuditta e la sua ancella
Museo: Detroit Institute of Arts, Detroit (Estados Unidos)
Técnica: Óleo (182,20 x 142,20 cm.)
Esta artista nos hace perder la cabeza
Escrito por: Lina Poveda
Artemisia Gentileschi ya había pintado en varias ocasiones el mismo tema [1]. En este lienzo, el último dedicado al decapitación de Holofernes por parte de Judith para salvar a su pueblo, Artemisia ya tiene alcanzada una madurez que se refleja tanto en la exquisitez de la técnica, como en su dominio en el manejo de la luz.
Es un cuadro de grandes dimensiones, en el que la artista hace un soberbio despliegue de los logros alcanzados en su lenguaje pictórico.
Tanto la teatralidad de la composición como el dramático juego de luces y sombras de la escena le sirven de pretexto a la artista para hacer todo un alarde de maestría en el empleo del claroscuro y el tratamiento de los objetos como las vestimentas de los personajes, las joyas de Judith, los objetos encima de la mesa o la empuñadura de la espada a los que detalla con gran precisión.
La historia narra el asedio de los ejércitos asirios a la ciudad de Betulia. Nabucodonosor envió a su general Holofernes a destruir a sus enemigos, cuando los israelíes se encontraban ya desbordados por la situación, Judith, viuda de Manasés con la ayuda de su sirvienta, urde un plan con el propósito de acercarse a Holofernes. Finalmente, consigue acceder a la tienda y aprovechando la embriaguez de Holofernes blandió una espada y lo decapitó.
El lienzo representaría el momento en que la acción acaba de consumarse, Judith intenta ocultarse de la luz emanada por la vela para proteger la huida mientras su doncella envuelve la cabeza de Holofernes dirigiendo su mirada hacia el lugar por el que pueden ser descubiertas. Las dos mujeres están prestas a huir.
La iluminación proyectada por la vela, que decide el plano en la composición, es el detalle más exquisito de la obra. Con este lienzo, la obra de Artemisia se encumbra como filial del tenebrismo de Caravaggio. El artificio de la vela asume un papel predominante al que también se acogerían contemporáneos de Artemisia como Van Honthorst o Georges de la Tour considerado como el más famoso de la escuela tenebrista francesa.
[1]comentamos ya dos: una durante y otra tras la decapitación
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