Terroríficamente genial
Retrato del artista: Francisco de Goya
España, 1823
Título original: Mala muger
Museo: Louvre, París (Francia)
Técnica: Tinta (21,5 x 14,4 cm.)
Cuaderno D.
Escrito por: Miguel Calvo Santos
En el Cuaderno D o Cuaderno de Brujas y Viejas, Goya representa el tema de la brujería que tanto le interesó a él y a algunos de sus clientes. En este cuaderno de dibujo vemos a personajes similares a los que pueblan sus magníficos Caprichos.
Si hubiera que ponerle un género a este cuaderno, sin duda se trata de terror. Como vemos, en sus dibujos desaparece todo fondo que ambiente medianamente las escenas. Sólo vemos a viejas hechiceras flotando o cayendo en el espacio, y en muchos de los rostros es fácil confundir la carcajada con la mueca de dolor, de espanto o de locura.
Este terrorífico dibujo muestra a una bruja anciana, de rostro cadavérico que tiene a un niño desnudo entre sus manos. Parece hasta que se lo va a comer ahí mismo. En el suelo, hay un plato y una cuchara, un vaso y otro recipiente. Todo indica que esta Mala Muger se lo va a a ofrecer al diablo.
Al parecer Goya se inspiró en un hecho real en el que dos hermanas, cuyas confesiones figuran en un auto de fe de Logroño, «supuestamente» envenenaron a sus propios hijos para ofrecérselos a Satanás. Y digo «supuestamente», porque ya sabemos cómo sacaba las confesiones la Inquisición Española en esas épocas oscuras.
Ver el rostro de esa mujer provoca escalofríos, aunque quizás es probable que el artista —conociendo su continua intención de denunciar injusticias—, represente simplemente a una pobre anciana que perdió la cabeza a causa de la terrible hambruna que se produjo Madrid entre los años 1811 y 1812 que provocó la friolera de más de 20 000 muertos y en los que se documentaron incluso actos de canibalismo.
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