domingo, 31 de julio de 2022

Disturbios en la Galería

 


Disturbios en la Galería

¡Matemos la luz de la luna!

Artista: Umberto Boccioni

Italia, 1910

Título original: Rissa in galleria

Museo: Pinacoteca Brera, Milán (Italia)

Técnica: Óleo (74 x 64 cm.)

Escrito por: Laura Cabrera Guerrero

¡Cómo les gustaban los altercados a los futuristas! Su obsesión por el dinamismo era tal que una pelea resultaba un tema idóneo para representar, y más siendo de noche, con la excusa perfecta para pintar la luz artificial, pura electricidad.

Es sólo tres años antes de realizar esta obra cuando Boccioni se va a vivir a Milán, y allí entra en contacto con Filippo Tommaso Marinetti, que publica el manifiesto futurista, dando inicio al movimiento. Boccioni se unió entusiasmado, y acabó siendo el miembro más representativo.

El artista se inspira en las teorías del color, y consigue crear un asombroso y brillante efecto lumínico mediante el uso de los colores complementarios. No vemos dibujo, es todo color, mezclando pacientemente los colores en puntos o rayas diminutas.

Destacan especialmente el blanco y un potente amarillo, los dos colores que utilizan los futuristas para todo lo eléctrico, que les pirra. Nos recuerda un poco a los paisajes de Van Gogh: las zonas donde el amarillo disminuye son más oscuras.

En definitiva, es una escena nocturna, pero sólo lo sabemos por las farolas encendidas. Ni rastro de un cielo oscuro, la luna o alguna estrella. Uccidiamo il chiaro di Luna! (¡Matemos la luz de la luna!) decían los futuristas, y aquí Boccioni ya lo hace al no pintarla, ignorando a nuestro satélite, el claro símbolo de la noche. Cansados de las épocas anteriores, quieren una ciudad moderna y urbanita

Baños de la Marina

 


Baños de la Marina

El primer pintor gay de la historia de Suecia, cuando en Suecia era ilegal ser gay.

Jansson era famoso en toda Suecia por sus famosos paisajes azules llamados Nocturnos, como los de Chopin, su gran ídolo. De hecho el pintor era conocido como blåmålaren (el pintor del azul).

Sin embargo con la llegada del nuevo siglo Jansson tuvo una profunda crisis personal. Aunque se gana muy bien la vida con estos paisajes, sabe que debe cambiar de dirección drásticamente.

Jansson era gay y hasta 1944 eso estaba penado en Suecia con cárcel, por lo que el artista no vivía muy bien dentro del armario. Su única escapatoria era el arte, y visitar los baños de la Marina, donde su vista podía disfrutar de los cuerpos atléticos de los jóvenes suecos.

Jansson pintó un momento de ocio en este recinto y lo hace con una evidente carga de homoerotismo. Algo que por lo vista nadie sospechó en la época. Para los suecos Jansson solo hacía estudios del desnudo masculino a la manera de su vecino Munch (que no era sospechoso para nada de homosexual aunque pintara también tíos en pelotas).

Lo cierto es que el desnudo en Jansson era acorde con las corrientes naturistas que proliferaron a principios del siglo XX, sobre todo en los países nórdicos.


sábado, 30 de julio de 2022

Antes de que se abra el paracaídas

 

Antes de que se abra el paracaídas

Vertiginosa muestra de futurismo tardío.

artista: Tullio Crali

Italia, 1939

Título original: Prima che si apra il paracadute

Museo: Casa Cavazzini, Udine (Italia)

Técnica: Óleo (141 × 151 cm.)

Escrito por: Esteban Iborio

Un ejemplo de la Aeropittura creada durante los últimos estertores del futurismo italiano. Un subgénero que, como su propio nombre indica, está inspirada en el vuelo de los aviones modernos, la velocidad, el sonido de las turbinas y la máquina como poderoso artefacto de guerra. Recordemos que el manifiesto futurista decía en su punto nº 9:

Queremos glorificar la guerra –única higiene del mundo—, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los anarquistas, las ideas por las cuales se muere y el desprecio por la mujer.

El futurismo fue perdiendo fuelle durante los años 20, aunque desgraciadamente esas ideas fascistas que empezaron como bromas para provocar y disgustar, como rebeldía de juventud, como performances, irían germinando y haciéndose cada vez más reales, ganando adeptos a diestro y siniestro.

En la década de los años 30del siglo XX, con la vanguardia prácticamente desaparecida, con el auge de los fascismos en Europa y a las puertas de los horrores inéditos de la Segunda Guerra Mundial, algunos futuristas como Tullio Crali seguían viendo el futuro de modo optimista, excitante, prometedor, y realizaron pinturas acordes a esos sentimientos.

Es el caso de este paracaidista cayendo al vacío, pintado por Crali desde un vertiginoso punto de vista cenital. Vemos desde arriba al intrépido saltador y el paisaje empequeñecido a sus pies. Una perspectiva realmente novedosa, sólo imaginable desde el aire, y una atmósfera ruidosa, veloz, potente, trémula, como era del gusto de estos pioneros de los “ismos”.

viernes, 29 de julio de 2022

Pájaros y peces

 

Pájaros y peces

El vacío que dejan los peces lo llenan los pájaros, y viceversa. Pájaros y peces son seres diferentes pero unidos, y todos nadan en la misma dirección.

Título original: Vogels en vissen

Colección particular

Técnica: Acuarela Lápiz Tinta (37 x 37 cm.)

Escrito por: Miguel Calvo Santos

Maurits Cornelis Escher y otra de sus obsesiones: las particiones regulares de la superficie mediante la repetición y el ritmo…

Según Escher, es posible dividir cualquier superficie en figuras iguales, aunque para ello las figuras deben limitarse recíprocamente sin que queden espacios vacíos entre ellas. Son patrones que rellenan el espacio sin dejar huecos, o mejor dicho, huecos que forman a su vez otras figuras.

Esto ya lo hacían los árabes siglos atrás (ver por ejemplo la Alhambra de Granada), pero el Islam prohibe la representación de figuras, por lo que sólo se permitía a los artistas crear formas abstractas (geométricas, en el caso de ese monumento).

Escher quiso hacer esto mismo, pero con figuras concretas y fácilmente identificables (pájaros y peces) y lo consiguió en este hermosísimo diseño que podría extenderse hasta el infinito.

El vacío que dejan los peces lo llenan los pájaros, y viceversa. Son seres diferentes pero unidos, y todos nadan en la misma dirección. A veces, las matemáticas son la solución, aunque en muchas otras de sus obras, el artista hace ver todo lo contrario, que el mundo puede ser inquietantemente relativo.


jueves, 28 de julio de 2022

El puente japonés

 

El puente japonés

La rutina de Monet.

Retrato del artistaClaude Monet

Francia, 1899

Título original: Le point japonais et le bassin auz nénuphars, Giverny

Museo: Philadelphia Museum of Art, Philadelphia (Estados Unidos)

Técnica: Óleo (89,2 × 93,3 cm.)

Escrito por: Rodrigo Montera

A Van Gogh no tuvimos oportunidad de verle las canas. Quizá por eso, entre otras razones, se erige como el rockstar del (post)impresionismo. Siempre será un joven. No así Monet: en sus últimas fotografías vemos a un hombre con el cabello y la barba encanecidos y de actitud bonachona (podría decirse que es el Papá Noel de la pintura).

¿A dónde habría evolucionado la obra de Van Gogh si este hubiera llegado a la edad de ochenta y seis años? No lo sabemos. Caso contrario el del artista francés, que pintó durante más de setenta años y quien al final de su vida cometió un acto de belleza, en apariencia, contradictorio.

Desde su juventud Claude Monet se obsesionó con pintar al aire libre. Era, a su manera, un científico y un cazador de la luz: la estudiaba y perseguía. Incansablemente Y ese método, el de instalarse en la naturaleza como si esta fuera su estudio, prevaleció durante décadas. Pintar en el exterior no era un capricho o una corazonada, era, para Monet, el corazón mismo del impresionismo.

Luego se instaló en Giverny.

Y Monet hizo el gesto…, el gesto poético, absurdo y congruente. Compró una casa en esta localidad a las afueras de París, cultivó un jardín, modificó el cauce de un río para acrecentar el estanque y mandó erigir dos puentes de estilo japonés. Y una vez que el jardín estuvo «terminado» (aunque un jardín no termina. Respira, florece y se marchita… una y otra vez), Monet se encerró para pintarlo. A los ochenta y seis años, Claude volvió a los interiores de un estudio para trabajar. Entonces creó la serie de los Nenúfares, la que está expuesta en L’orangerie, la serie de pinturas curvas, la que abraza a los espectadores y les revela una visión única de la naturaleza, una sin perspectiva y en la que el cielo, el estanque, los árboles y los nenúfares se entrelazan en un mismo plano. Uno se siente calmado y confundido delante de esos lienzos y no le queda más que disfrutarlos, como quien pasea por un jardín.

La obra que aquí se reseña no es alguna de las que se expone en L’orangerie. El cuadro El puente japonés, Monet lo realizó en una etapa previa a la construcción del estudio en Giverny. Al momento de trabajar en este cuadro Monet tuvo que fijar su caballete sobre la tierra, apartarse las moscas que le sobrevolaban y trabajar con el sol como testigo.

Se reseña este cuadro por imaginar a Monet salir de su estudio tras largas horas de trabajo y andar el puente, detenerse, apoyar las manos o los antebrazos en los barandales, mirar su jardín, sus nenúfares; estar ahí, largamente fascinado, cansado, molesto, ilusionado y luego, retirar las manos y caminar de vuelta a casa. Y al día siguiente lo mismo. Despertar, desayunar, salir de casa, cruzar el puente, pintar…

Los puentes, como los jardines, son umbrales, nos llevan de un universo a otro. Y Monet, parado encima del puente japonés, se encontraba en el lugar exacto de su vida: en medio de la naturaleza y su anhelo de pintarla.

martes, 26 de julio de 2022

El curso del Imperio I: Estado Salvaje

 

El curso del Imperio I: Estado Salvaje

La amabilidad de lo primitivo.

Retrato del artistaThomas Cole

Estados Unidos, 1834


Título original: The Course of Empire: The Savage State

Museo: New York Historical Society, Nueva York (Estados Unidos)

Técnica: Óleo (99 x 160 cm.)

Escrito por: Laura Cabrera Guerrero

Thomas Cole realizó una serie de cinco pinturas que bautizó como El curso de un Imperio.

Este artista, con un espíritu romántico de campeonato y la obsesión de reflejar un mensaje moral o espiritual en todos sus paisajes, nos hace reflexionar con la evolución de uno mismo, y como es alterado por la peor especie que habita en la Tierra: los humanos, esos que corrompen y destruyen a su paso.

En esta primera pintura, el mensaje es aún amable, muestra una naturaleza bella, armónica, y a la vez sublime, salvaje, aún «no domesticada» o alterada por la mano humana. Impresiona la luz que expulsa la obra, recrea perfectamente el tono de un cielo claro y a la vez cubierto de nubes en un lateral, los tonos verdosos de la vegetación, en la que Cole se recrea con los detalles: cada árbol, cada arbusto, cada hoja…su técnica es impecable y minuciosa.

Vemos minúsculas figuras de hombres primitivos (idea similar a Friedrich, que pintaba las figuras humanas siempre diminutas y anónimas para contrastar con la grandiosidad de la naturaleza). Los hombrecillos buscan alimento y cobijo, pura subsistencia. Sin embargo, este estado salvaje no durará mucho, el ser humano siempre querrá más, y su incansable ambición conllevará al caos, a la destrucción y a un paisaje desolado…

lunes, 25 de julio de 2022

León Bicicleta

 

León Bicicleta

La decalcomanía o el «automatismo absoluto».

Título original: Lion-Bicyclette.
Museo: Museo Reina Sofía, Madrid (España)
Técnica: Acuarela ( 20 x 31 cm.)
Decalcomanía.
Escrito por: Álvaro García Moreno
La decalcomanía fue, sin duda, la mayor aportación de Óscar Domínguez al Surrealismo. El mismísimo André Bretón la calificó de «automatismo absoluto».
El procedimiento no puede ser más sencillo: sobre una hoja de papel blanco satinada se extiende cierta cantidad de aguada negra; encima de esa primera hoja se coloca ahora una segunda, que se levantará después de hacerse una leve presión. El procedimiento puede repetirse tantas veces como se desee hasta que la tinta se seque del todo. Las imágenes resultantes, manchas bizarras surgidas del mismo subconsciente del artista, nos transportan a paisajes delirantes, a las profundidades del mar o incluso al insondable espacio exterior.
Era habitual que las manchas se modificaran de alguna forma cuando acabara el proceso de reimpresión, como en esta obra, en que un león y una bicicleta se han fusionado para dar lugar a un híbrido enjaulado entre los bordes del papel.
Domínguez «inventó» esta técnica entre 1934 y 1936, aunque los juegos consistentes en extender tinta sobre papel existían ya desde la Antigüedad. Domínguez formalizó de alguna manera lo que antes había sido tan solo una diversión, convirtiéndola en un ejercicio artístico surrealista de pleno derecho capaz de transportar al espectador hasta el mundo de los sueños.

domingo, 24 de julio de 2022

El astrónomo

 


El astrónomo

Vermeer retrata al personaje y a su profesión por medio de atributos.


Título original: De astronoom
Museo: Louvre, París (Francia)
Técnica: Óleo (51 x 45 cm.)
Escrito por: Miguel Calvo Santos

Se estima que los nazis robaron más de 100.000 obras de arte, y todavía hoy en su mayor parte no han sido devueltas a sus legítimos dueños.

No es el caso de este “Astrónomo”, que tras la guerra pudo ser devuelta a la familia Rothschild, aunque hoy conserva una esvástica negra en la parte trasera del lienzo para recordar el espolio.

Hitler, pintor frustrado, admiraba apasionadamente a Vermeer, hasta el punto de querer hacerse con toda su obra para su museo personal. “El astrónomo” iba a ser uno de los cuadros estrella del III Reich.

Lo cierto es que esta pintura es una joya del barroco holandés. Aquí se retrata al personaje y a su profesión por medio de atributos como ese globo terrestre o el libro Institutiones Astronomicae Geographicae abierto en el capítulo III, una sección en la que el astrónomo busca la inspiración de Dios.

Y esa luz… Muy pocos artistas comprendieron, trabajaron y amaron la luz como Vermeer. Sus típicas ventanas a la izquierda del lienzo son como una firma del artista.

Por cierto, “El astrónomo” es una de las únicas tres pinturas de Vermeer firmadas y fechadas.

sábado, 23 de julio de 2022

Cesta de frutas

 

Cesta de frutas

(cabeza reversible)

Un retrato o un suculento bodegón, según lo miremos.

Giuseppe Arcimboldo

Italia, 1590


Título original: Testa reversibile con cesto di frutta

Técnica: Óleo (56 x 42 cm.)

Escrito por: Miguel Calvo Santos

Ya lo vimos en su fabuloso «Asado». A Arcimboldo le iba el juego.

Y aquí hace lo mismo: el artista pinta un bodegón de frutas, que al girarlo 180º se convierte en un retrato.

Arcimboldo fue uno de esos escasos artistas que siendo visionario, y anticipándose unos cuantos siglos a su tiempo, gozó de un enorme éxito. Reyes de toda Europa querían sus pinturas e invitarlo a sus galas (el artista era un experto organizador de fiestas y espectáculos, eso que ahora los pedantes llaman «Estética relacional») y por supuesto, sus cuadros eran verdaderas atracciones para pasarse horas mirándolos.

Lo que observamos aquí es una suculenta cesta de frutas, con manzanas, peras, uvas, castañas y demás manjares otoñales que el artista pintó para formar a la vez un simpático retrato si le damos la vuelta. Mucho ingenio y una técnica perfecta dan como resultado una imagen muy atractiva.

Pese a que Arcimboldo fue una estrella, su obra pasó siglos sin interesar a nadie, hasta que en el siglo XX los surrealistas lo redescubrieron. Normal… dobles imágenes, un poco de misterio, juego… y una inquietante asociación con el canibalismo, ya que dan ganas de comerse a mordiscos al tipo que está retratado.

jueves, 21 de julio de 2022

Epidemia de fiebre amarilla en Cádiz

 

Epidemia de fiebre amarilla en Cádiz

Epidemia romántica.

Géricault, especialista en el sufrimiento humano, retrata aquí el brote de fiebre amarilla que asoló la ciudad de Cádiz a principios del siglo XIX.

En 1810 la ciudad estaba abarrotada de enfermos que se fueron contagiando unos a otros inevitablemente a pesar de que las autoridades decretaron un confinamiento: la gente tenía prohibido salir de casa. Los enfermos eran encerrados en hospitales insalubres como el de la pintura de Géricault sin posibilidad de ver a familiares, seres queridos o incluso sacerdotes que les proporcionaran auxilios espirituales.

¿Os suena…?

La enfermedad provocaba que la piel se pusiera amarilla —de ahí su nombre— y más de 19.000 personas murieron ese año. De los 75.000 habitantes que tenía Cádiz en 1800, enfermó la mitad, entre ellos varios diputados de la famosa constitución de 1812 (la Pepa).

Además existía otra plaga en la ciudad: la guerra. Napoleón tenía sitiados a los gaditanos, y a los numerosos refugiados de la Guerra de la Independencia que caían como moscas

El calor y el agua infectada, junto al hacinamiento, provocó la epidemia. Y es exactamente lo que vemos en este cuadro. Géricault vuelve a sus temas de desesperación humana al límite. En este caso es un estudio de una obra que iba a ser más grande, pero que el artista no pudo culminar. Se respira la enfermedad, el dolor, el miedo y la soledad en estos enfermos abocados a la muerte.

miércoles, 20 de julio de 2022

Planos por colores, gran desnudo

 

Planos por colores, gran desnudo

Radiografía de la energía vital del cuerpo.

Retrato del artistaFrantišek Kupka

República Checa, 1910

Título original: Plans par couleurs, grand nu

Museo: Guggenheim, Nueva York (Estados Unidos)

Técnica: Óleo (150,2 x 189,7 cm.)

Escrito por: Violeta Granés

La figura de la mujer del pintor, Eugénie, se recuesta cómodamente sobre un algún tipo de asiento. Descansa con una seguridad confiada, digna de quien habita la materialización de la belleza por excelencia: el cuerpo femenino.

Kupka podría haberse limitado a pintar un típico desnudo al óleo, pero entonces no sería Kupka. La anatomía de la modelo aquí se define —como el título de la obra indica— en planos de colores contrarios y peculiares. Nos podemos cuestionar entonces el criterio del pintor al servirse de una paleta tan variada: los tonos no se subordinan a la plasmación de la luz, como hacían los impresionistas, ni responden a una visión subjetiva del mundo, como en los cuadros postimpresionistas.

No, Kupka empleaba el policromo en un sentido totalmente novedoso en la época: creía en su potencial intrínseco, comparándolo en expresividad con la música (Orfismo). Encontraba aquella esencia incorpórea en sus motivos, y la hacía aflorar en el lienzo a través de los tonos. En esta obra parece que podamos ver en los planos de color el contenido anímico de Eugénie: Kupka realiza una especie de radiografía de la energía vital del cuerpo (a lo mejor inspirado por el descubrimiento de los rayos X, logro de principios de siglo).

Ese estudio de la espiritualidad del mundo y su configuración a través del color… ¿no resulta algo familiar? El propio Kandinsky sería el primero en teorizar sobre ello, inaugurando el arte abstracto. Eso convierte a Kupka en una especie de precedente de ese movimiento. Queda demostrada su genialidad: por supuesto, no sólo por el título de visionario, sino también por la exquisitez vítrea de sus pinturas.

martes, 19 de julio de 2022

Mala mujer

Mala mujer

Terroríficamente genial

Retrato del artista: Francisco de Goya

España, 1823

Título original: Mala muger

Museo: Louvre, París (Francia)

Técnica: Tinta (21,5 x 14,4 cm.)

Cuaderno D.

Escrito por: Miguel Calvo Santos

En el Cuaderno D o Cuaderno de Brujas y Viejas, Goya representa el tema de la brujería que tanto le interesó a él y a algunos de sus clientes. En este cuaderno de dibujo vemos a personajes similares a los que pueblan sus magníficos Caprichos.

Si hubiera que ponerle un género a este cuaderno, sin duda se trata de terror. Como vemos, en sus dibujos desaparece todo fondo que ambiente medianamente las escenas. Sólo vemos a viejas hechiceras flotando o cayendo en el espacio, y en muchos de los rostros es fácil confundir la carcajada con la mueca de dolor, de espanto o de locura.

Este terrorífico dibujo muestra a una bruja anciana, de rostro cadavérico que tiene a un niño desnudo entre sus manos. Parece hasta que se lo va a comer ahí mismo. En el suelo, hay un plato y una cuchara, un vaso y otro recipiente. Todo indica que esta Mala Muger se lo va a a ofrecer al diablo.

Al parecer Goya se inspiró en un hecho real en el que dos hermanas, cuyas confesiones figuran en un auto de fe de Logroño, «supuestamente» envenenaron a sus propios hijos para ofrecérselos a Satanás. Y digo «supuestamente», porque ya sabemos cómo sacaba las confesiones la Inquisición Española en esas épocas oscuras.

Ver el rostro de esa mujer provoca escalofríos, aunque quizás es probable que el artista —conociendo su continua intención de denunciar injusticias—, represente simplemente a una pobre anciana que perdió la cabeza a causa de la terrible hambruna que se produjo Madrid entre los años 1811 y 1812 que provocó la friolera de más de 20 000 muertos y en los que se documentaron incluso actos de canibalismo.

lunes, 18 de julio de 2022

Dos sátiros de Rubens

 

Dos sátiros

Una cata de vinos.

Retrato del artista: Peter Paul Rubens

Flandes, 1619


Título original: Zwei Satyrn

Museo: Alte Pinakothek, Munich (Alemania)

Técnica: Óleo (75,5 x 61 cm.)

Escrito por: Ciprián Carnota

Os presentamos a dos sátiros: uno atrás bebiendo vino de un cuenco (y se le escapa un poco entre los labios), otro delante sujetando un racimo de uvas, mirándonos y sonriendo con esa expresión entre lo perverso, lo malicioso y lo lascivo. Toda una celebración del zumo de las parras.


Rubens retrata a estas dos criaturas sobre un fondo neutro, en una composición muy cercana (casi rozando el primer plano), y por el color rojizo de sus caras y los destellos en los ojos se puede percibir claramente que estos dos están en plena borrachera, como es natural en los sátiros. Los sátiros, que por cierto, salen bastante en la obra de Peter Paul Rubens (o de su taller). El pintor debía de tenerles simpatía; y es que no hay un símbolo mejor para representar las pasiones desenfrenadas y la lujuria.


El gran genio del Barroco vuelve a sorprender con sus características destreza y virtuosismo a la hora de plasmar el comportamiento y la anatomía «humana». Ya no es sólo la espectacular expresividad en esa mirada, que casi nos hipnotiza como espectadores, sino también esa mano, esas uvas, ese pelo, esa barba… Todo en conjunto llama la atención por su encanto.

Pregón de las Fiestas de Zaragoza de 1922



Pregón de las Fiestas de Zaragoza de 1922


El pasado mes de octubre en el blog https://eshijar.blogspot.com se daba a conocer un curioso impreso, que reproducían. Se trataba del Pregón de las Fiestas de Zaragoza de 1922. Comoquiera que también ha llegado a nuestro poder, queremos mostrarlo a nuestros lectores, a través de una reproducción de mejor calidad.

 Se trata de un díptico cuya primera página está compuesta con tipografía antigua y cuyo texto está redactado con el gracejo característico del autor, en el que al “estilo antiguo” convoca a las fiestas preparadas por el Concejo, haciendo alusión a carreras de motos y de coches, fuegos artificiales, corridas de toros y los habituales globos y figuras grotescas que eran un divertimento común en la época. Por supuesto, menciona también los actos religiosos y, de manera especial al Rosario de Cristal, con cientos de faroles, sin contar “los que irán, de carne y hueso, siguiendo a los de cristales”.

 En la última página figura el autor: Alberto Casañal Shakery y la Tipografía en la que se editó, que fue la de A. Uriarte, así como la reproducción del grabado de un torneo.

Alberto Casañal (1874-1943) había nacido en San Roque (Cádiz), aunque siendo niño la familia se trasladó a Zaragoza, en cuya universidad cursó la carrera de Ciencias Físico-Químicas, llegando a ser catedrático de la Escuela de Trabajo.

Pero, al mismo tiempo, compuso y editó numerosos romances, cuentos y obras de teatro, siendo reconocido como uno de los más populares escritores dentro del género del “baturrismo”. Murió en Zaragoza, ciudad de la que había sido nombrado “Hijo Adoptivo”. 

Fuente:

https://cesbor.blogspot.com/2020/11/pregon-de-las-fiestas-de-zaragoza-de.html?m=1&fbclid=IwAR1gR0EjVdcSz-nStWOPwxklGWmKMkWBTweSG-yIpAxfEVSuWI5IiS652w8

domingo, 17 de julio de 2022

Bailando en Colombia

 

Bailando en Colombia

La gente obesa de Botero se va a bailar.

Museo: Museo Metropolitano, Nueva York (Estados Unidos)
Técnica: Óleo (188 x 231 cm.)
Escrito por: Miguel Calvo Santos
La obsesión de Botero por pintar gente gorda hace que las figuras de Rubens parezcan modelos anoréxicas. Todos sus personajes, incluídos Jesucristo o la Gioconda tienen siempre unas tallas de más.
Aquí pinta un tugurio colombiano con colillas y frutas en el suelo, donde una orquesta toca música animada. El rojo en el ambiente es el protagonista y las figuras llenan casi todo el cuadro. Por supuesto, todo el mundo tiene “peso”.
Una pareja pequeñita (pero gorda) baila animadamente al son de la enorme orquesta. Pese a su volumen bailan grácil y elegantemente.
La pareja disfruta pero los músicos parecen inexpresivos. Sus instrumentos son igual de regordetes que los personajes. Por cierto, es extraño que los de cuerda no tienen cuerdas…

sábado, 16 de julio de 2022

Shibaraku

 

Shibaraku

Normal que los impresionistas alucinaran con estas imágenes en el XIX.


Título original: 暫

Técnica: Grabado (38.7 x 26 cm, 38.2 x 26.4 cm, 38.7 x 26 cm.)

Parte de "The 18 famous Kabuki plays".

(かぶき じゅはちばん の うち)

Escrito por: Miguel Calvo Santos

El Shibaraku es una obra de teatro Kabuki japonés (una de las «Dieciocho grandes obras de teatro») en la que destaca sobre todo el maquillaje (kumadori).

Durante unos 50 minutos se cuenta la historia de Kamakura Gongorō Kagemasa, el personaje que tenéis en la imagen, que era tan valiente que continuó luchando después de perder un ojo en combate en la Guerra Gosannen (1083–1087).

En medio de la obra, llena de violencia, cuándo le van a cortar las cabezas a unos personajes, se oye un estremecedor grito: «Shibaraku!», (que puede traducirse como «Un momento!»). El héroe aparece con estas pintas y explica su historia.

El maquillaje blanco con líneas rojas representa los sentimientos de un hombre que está invadido por una furia creciente. Y eso se ve en su rostro.

El artista Toyohara Kunichika estaba loco por el teatro kabuki y por ello basó buena parte de su producción artística en esta temática: actores kabuki y escenas de obras populares de la época. Su uso del color fue criticado por usar rojos fuertes y morados oscuros, pero como sabemos, esto influyó de manera notable en el arte moderno a mediados del siglo XIX.

Sabemos que Kunichika tenía dos grandes problemas: era alcohólico y mujeriego, y por ello sus matrimonios no duraron. Sin embargo todas las crónicas lo retratan con una personalidad abierta, amigable y sincera. Se habla también de mal estado en su apariencia, constantemente endeudado, y se cuenta a menudo tomaba prestado dinero de los actores kabuki que él describía con tanta admiración.

Un contemporáneo dijo de él: «El diseño de la impresión, el teatro y la bebida eran su vida, y para él eso era suficiente».

miércoles, 13 de julio de 2022

El entierro del conde de Orgaz

 


El entierro del conde de Orgaz

El camino del exceso artístico.

Retrato del artistaEl Greco

España, 1588

Museo: Iglesia de Santo Tomé, Toledo (España)

Técnica: Óleo (480 x 360 cm.)

Escrito por: Miguel Calvo Santos

El Greco pinta entre los años 1586 y 1588 este inmenso lienzo que representa el milagro acaecido en el año 1323, cuando San Esteban y San Agustín de Hipona bajan del Cielo para enterrar personalmente a Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz. Así de bueno era el conde (aunque en realidad Gonzalo no era conde: Orgaz no fue condado hasta más tarde).

Cierto es que el noble fue el que construyó la iglesia y que pasaron dos siglos hasta que no lo pintó el Greco, pero ahí queda esta obra para inmortalizarlo para siempre. De hecho, es quizás «la mejor» obra del Greco

Una composición acojonante, dividida en dos partes muy diferenciadas: arriba y abajo.

Abajo están los dos santos recién bajados del cielo para depositar con sus propias manos el cuerpo pálido del noble en la sepultura, y observan este milagro un exagerado grupo de personas contemporáneas muchas de ellas al Greco. Aparece por ejemplo el hijo del pintor (de su bolsillo sale un papel con la firma del artista), y varios curas, frailes y caballeros vestidos de negro, a la moda de la época (esas gorgueras). Algunos miran la escena, otros nos miran a nosotros, y en total hay una excelente galería de personajes que componen lo que muchos consideran el mejor retrato en grupo de la historia del arte.

Hay quien quiere ver entre toda esa gente a Miguel de Cervantes, y es posible, ya que el escritor vivía en esa época en Toledo. Imaginad ir a la ciudad en 1588 y cruzarse con el Greco o con Cervantes…

Arriba, la atmósfera y el ambiente cambian radicalmente. Aquí vemos al Greco desatado. También hay una galería de retratos, pero esta vez están la Virgen, Jesucristo, muchos santos, ángeles y demás personajes de la Biblia. Todos pintados de forma ultra-manierista con el estilo inconfundible del pintor: figuras alargadas, escorzos extrañísimos, iluminación sobrenatural, colores brillantes…

Todo el mundo se quedó con la boca abierta con esta maravilla del Greco, sin embargo, para cobrar, el artista las pasó canutas. Los responsables de la iglesia de santo Tomé no quisieron pagar la suma estipulada, y el Greco se indignó, con razón. Regateando con los curas (y llegando incluso a oídos del papa) al final se le pagaron los 1200 ducados que pedía en un principio (unos 200.000 €), cifra ridícula si tenemos en cuenta que es una obra de arte de valor incalculable

martes, 12 de julio de 2022

Día 1 de la Odisea

Día 1 de la Odisea.

8 de marzo 1174 a C.

En la Odisea se describen diversos fenómenos astronómicos: un posible eclipse de sol en el canto XX, la aparición simultánea de las constelaciones de las Pléyades y el Boyero al anochecer, las posiciones en el cielo de Venus y Mercurio, la luna nueva...

Cruzando todos estos datos con el "Five Millenium Canon of Solar Eclipses" publicado por la NASA en 2006, y que describe todas las eclipses solares desde el 2000 a C hasta el 3000 de nuestra era, los investigadores Constantino Baikouzis, del Observatorio Astronómico de la Plata y Marcelo Magnático de la Rockefeller University de Nueva York, han aventurado que el eclipse mencionado en el canto XX habría tenido lugar el diecis de abril de mil 178 a C.

La acción de la Odisea empieza cuarenta días antes el 8 de marzo.

San Antonio de la Florida

San Antonio de la Florida

La "Capilla Sixtina" de Goya.


Museo: Ermita de San Antonio de la Florida, Madrid (España)
Técnica: Fresco ( Ø 550 cm.)
Escrito por: Miguel Calvo Santos
Esta obra está dedicada al milagro de san Antonio de Padua, un tío que en el siglo XII resucitó a un muerto en Lisboa para probar que su padre no lo había asesinado y así acallar las acusaciones contra él.

Pero como vemos, ni hay rastro de Lisboa ni estamos en el siglo XII. Es claramente el Madrid de su época como demuestran los muy diversos personajes vestidos a la moda de finales del XVIII. Casi no parece religiosa. Más que un milagro representa una de esas romerías madrileñas que tanto le gustaban al pintor.

Además apenas existe una jerarquía para destacar al santo, como era lo justo y necesario en una iglesia como Dios manda. Aquí Goya hace todo lo contrario, y ya no solo coloca a san Antonio a la misma altura que el pueblo llano, sino que pone a los ángeles en las pechinas (ya sabrán ustedes que una pechina es el elemento arquitectónico que une la base circular de la cúpula con la planta) en vez de en lo más alto.

Además, Goya representa a esos ángeles —que como buen teólogo sabe, no tienen sexo— de una manera explícitamente femenina, con coloridas alas que casi recuerdan a las de las mariposas.

Si exceptuamos las Pinturas negras, esta cúpula es la cumbre de la pintura mural de Goya. La galería de figuras se amontonan en este falso balcón, ideado para ser vista desde abajo. El artista hace uso del trampantojo para engañarnos y deja sus pinceladas más sueltas y libres que nunca.

lunes, 11 de julio de 2022

La condesa de Vilches

 

La condesa de Vilches

Retrato de una dama decimonónica.

Técnica: Óleo (126 x 89 cm.)

Esta señora tan coqueta es Amalia de Llano y Dotres, AKA la condesa de Vilches (1821–1874), al parecer una de las mujeres más cool del Madrid de la época de Isabel II.

La aristócrata era una tía culta y dinámica, que participó activamente en la vida cultural de mediados del XIX y siempre se la veía rodeada de intelectuales, actores, músicos y pintores, entre los que estaba a todas horas su amigo Federico de Madrazo.

Aquí la pinta a los treinta y dos años, y es evidente la simpatía que sentía por la retratada. Eso lo sabemos también porque sólo le cobró la mitad de sus honorarios habituales, 4.000 reales. En la época, para situarnos, un jornalero cobraba unos nueve reales al día. Nos podemos hacer así una idea de lo top que era Madrazo como pintor.

No podemos dar fe de como era Amalia en realidad, pero a juzgar por cómo la retrata Madrazo, vemos a una mujer guapa, sonriente, inteligente y carismática. Y elegante, claro. Elegante al estilo francés, al parecer muy distinto de la elegancia española. Muy sutil, la señora.

Un retrato que casi podemos calificar de sensual, por que vemos a una dama en pose informal, sujetando un abanico como quien no quiere la cosa, mirándonos fijamente y rozando con gracilidad su mano en el mentón.

domingo, 10 de julio de 2022

El caballero molesto de Berthold Woltze

 

El caballero molesto

Este irritante personaje está haciendo llorar a la pobre chica.

  • Título original: Der lästige Kavalier
  • Colección particular
  • Técnica: Óleo (75 x 57 cm.)
  • Escrito por: Emilia Bolaño

Creo que a todas nos ha pasado: un señor molesto que viene a decirnos cosas inapropiadas en momentos inapropiados. Una situación incómoda para todo el mundo menos para el «caballero» de turno, al que parece muy divertido invadir la intimidad de la joven echándole su asqueroso humo del cigarro. Y todavía hay quien defiende a estos personajes con excusas como «ya ni se puede decirle guapa a una chica por la calle, que nos denuncian». Ojalá…

La chica del cuadro aguanta el tipo como buenamente puede, ignorando los avances de este dandy baboso. Además por su vestimenta oscura podemos interpretar que la joven está de luto. Una lágrima recorre su mejilla quizás por su pérdida, o a lo mejor por comprobar que hay en el mundo especímenes como este tipo, dispuestos a todo al ver una oportunidad.

Todas estas especulaciones por nuestra parte, espectadores, son típicas de las pinturas de este autor, muy de moda en el siglo XIX y denominadas «imágenes problemáticas». Son escenas de una enorme carga narrativa y el pintor Berthold Woltze se especializó en este subgénero que llega a ilustrar ya no una situación concreta sino un problema social de carácter atemporal, como en el caso de este Caballero molesto.